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Historia de un inventor

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Conocé cómo surgen las ideas de los protagonistas de la historia: los inventores.

¿Cómo surge un inventor?

 

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Para inventar, dijo Thomas Edison, se necesitan dos cosas: “Una buena imaginación y un montón de cosas inservibles”.

 

El canadiense Mike Kelly requirió, además, una tormenta. Un día del invierno de 1986, este hombre y su carrera cambiaron por completo. La nieve caía y el hielo se acumulaba sobre los limpiaparabrisas de su auto mientras iba por la autopista Queensway de Ottawa. Al sacar la mano por la ventanilla para tratar de limpiar el hielo, casi se sale del camino. Cuando llegó a casa, Kelly, gerente de ventas de una empresa de alta tecnología, se preguntó cómo podría haberlo logrado de manera segura desde el interior del vehículo. Entonces fue a su garaje, tomó un aparato eléctrico de masaje que guardaba allí, lo sujetó con cinta adhesiva a uno de los limpiaparabrisas de su auto y lo activó. “Quería simular lo que había hecho con la mano”, dice. Pero el aparato era muy potente y poco faltó para que rompiera todo”.

 

Ese intento fue como plantar una semilla. Dieciséis años después, y tras la prueba de más de 100 prototipos, el “Quitahielo Vibrador” de Kelly salió al mercado; hoy se vende a la industria del transporte y a través de las agencias Ford. El pequeño cilindro, de unos 2,5 cm de diámetro, incluye un motor y una pesa, y se fija al limpiaparabrisas del lado del conductor. Al activarlo desde el interior del auto, la pesa vibra y provoca la caída del hielo. Así funciona el aparato, pero para el inventor, el verdadero mecanismo está en su mente. Comenzó con “lo que tenía a mano” (un aparato de masaje y cinta adhesiva) y agregó el material esencial: su imaginación.

 

Los inventores pueden ser geniales para generar ideas y resolver problemas, pero frecuentemente su mayor desafío es crear un producto comercializable.

Si inventaste algo, seguí estos consejos:

  • Preguntate: ¿Qué problema resuelve el invento? ¿Ese problema es bastante común como para que le importe a la gente? ¿Cuál es el mercado potencial del producto y cómo podría llegar a él?
  • Pensá si tenés el dinero y el tiempo para invertir en el invento.
  • ¿Considerás tu invención un negocio potencial y no un simple pasatiempo o experimento? Antes de salir a buscar socios inversionistas, demostrá que confiás lo suficiente en tu idea (como si tuvieras que poner tu plata).
  • No recurras a empresas que aseguran que pueden vender tu producto. “Por lo general se aprovechan de los inventores incautos”. Lo mejor es hacer contactos. Asesorate con empresarios exitosos y con otros inventores.
  • Asistí a ferias comerciales donde puedas hablar con fabricantes de tu localidad.
  • Hablá con tu abogado, tu contador o con tu banco. Acumulá el conocimiento, la orientación y los contactos necesarios para hacer que tu invento avance.
  • Antes de ir en busca de un abogado de patentes, investigá sobre los derechos de propiedad intelectual, patentes y marcas comerciales. Para eso, andá al registro de propiedad intelectual de tu ciudad.
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