La limpieza del baño suele ser compleja y agotadora. Secretitos para hacer una limpieza a fondo sin caer en grandes gastos.
La pastina del baño está llena de moho:
- Rociala con vinagre. El moho que se junta en la pastina entre los azulejos no es rival para esa maravilla de la limpieza hogareña. Sólo echá un poco de vinagre blanco en un recipiente, sumergí un cepillo de dientes viejo y frotalo sobre el moho. Si no, vertí el vinagre en un rociador y aplicalo sobre el moho. Dejá actuar por diez minutos. Enjuagá con agua y aplicá el cepillo de dientes si es necesario.
- Rociala con una solución de lavandina. Esto también es efectivo para remover el moho presente en la pastina entre los azulejos. Llená un rociador con partes iguales de agua y lavandina. Rociá la pastina, dejá actuar la solución por unos minutos y luego pasá un paño limpio de algodón blanco. También podés usar limpiadores de pastina comerciales, pero no te molestes en usar piedra pómez: lleva demasiado tiempo y remueve muy poco moho.
El espejo se empaña cuando me baño:
- Recubrí el espejo con glicerina. Probá esta solución rápida: al limpiar tu baño, pasá un poco de glicerina (se compra en farmacias y algunas ferreterías) por el espejo. Sacá brillo con un paño suave. Una capa fina de glicerina impide que se empañe el vidrio y puede durar una semana; un poco menos si mucha gente usa la ducha.
- El spray fijador de cabello nubla el espejo: Limpialo con alcohol. La fricción con este producto va a disolver esa terca capa de rociador pegada a tu espejo de baño. Vertí un poco de alcohol en un paño o una toalla de papel y frotá el espejo con energía.
- La cortina del baño está plagada de moho: Lavala con una solución de lavandina. Rápido, sencillo y económico. Mezclá 3 litros y medio de agua tibia con 1?2 taza de lavandina en un balde de plástico. Ponete los guantes de goma, sumergí una esponja en la solución, estrujala para evitar que gotee y pasala por la cortina. El moho desaparecerá. Enjuagá con el duchador.
- El forro de la cortina del baño está tan sucio que lo voy a tirar: Tiralo en el lavarropas. No te deshagas del forro de la cortina sólo por el moho y la suciedad si podés prolongar su vida útil metiéndolo en el lavarropas. Configurá la máquina para un ciclo suave con agua tibia y una taza de detergente para ropa común o 1?2 taza de vinagre. Después, pasalo al secarropas, configuralo para “Calor bajo” o “Ropa delicada” y dejalo allí por unos 20 minutos. El forro de la cortina saldrá limpio y libre de arrugas. Volvé a colgarlo inmediatamente.
- Las puertas de vidrio de la ducha tienen una película grasosa: Limpialas con vinagre, bicarbonato de sodio y sal. Los minerales que se acumulan en el vidrio de la ducha son difíciles de remover, pero no pueden contra estos populares ingredientes. Rociá vinagre sobre la puerta y dejalo actuar por unos minutos. Luego, hacé una pasta con iguales cantidades de bicarbonato y sal. Utilizá una esponja húmeda para frotar esta pasta por toda la puerta y después enjuagá bien.
- El cesto de ropa sucia despide mal olor: Colocá un aromatizador de ambientes seco en el fondo del cesto de ropa sucia y cambialo todas las semanas. Otra opción es rociar el fondo del cesto con un poco de bicarbonato.
No hay forma de despegar los antideslizantes de la bañera:
– Aflojalos con líquido de prelavado. Ya los conocés: tienen forma de flores y peces y están pegados con adhesivo de potencia industrial. En lugar de arruinar la superficie de tu bañera tratando de rasparlos, seguí estos sencillos pasos para quitarlos:
1. Levantá con cuidado las esquinas de cada adhesivo usando las uñas o una espátula de plástico. (El metal generalmente raya la bañera).
2. Rociá los adhesivos con una buena dosis de algún producto de tratamiento de prelavado. Dejá que los adhesivos absorban el líquido durante unas horas. Esto debería aflojarlos y permitir que se desprendan con facilidad.
3. Limpiá todos los restos del adhesivo y del producto de limpieza. Limpiá y enjuagá la bañera con minuciosidad.
Los apliques de bronce tienen poco brillo
– Pulilos con bicarbonato de sodio y jugo de limón. No te apresures a comprar un limpiador de bronce caro. Ahorrá tiempo y dinero haciendo una pasta que contenga cantidades iguales de bicarbonato y jugo de limón. Introducí un cepillo de dientes viejo en la mezcla y frotalo con suavidad sobre los apliques. Dejá que la pasta se seque durante unos minutos y luego lustrá los apliques con un paño limpio. Lucirán como nuevos.
Me cuesta limpiar bien los recovecos del baño
– Usá un cepillo de dientes viejo. Es la herramienta perfecta para una rápida limpieza del baño. Por ejemplo, podés usarlo para limpiar los rieles de las puertas deslizantes de tu bañera. Simplemente rociá una toalla de papel con un limpiador de baño y envolvé la cabeza del cepillo. Luego pasá el cepillo a lo largo de los rieles para remover la suciedad. También podés trabajar con las cerdas del cepillo sobre la suciedad que se acumula alrededor del borde de la pileta del baño. Una vez que las cerdas la hayan aflojado, limpiala con una esponja húmeda.