La vida en dos imágenes: no todo es lo que parece a primera vista. Sorprendete.
Las torrenciales lluvias que en marzo pasado inundaron la ciudad de Wagga Wagga, en Nueva Gales del Sur, Australia, no solo obligaron a la gente a refugiarse en las zonas altas.
Enormes cantidades de asustadas arañas lobo también tuvieron que huir, reptando a lo largo de sus finos hilos de seda para escapar de la crecida de las aguas. Las arañas lobo jóvenes suelen utilizar esta técnica para dispersarse desde el lugar donde nacen, pero, en esta ocasión, arañas de todas las edades se unieron a la llamada “tormenta de la seda” y cubrieron de hilos el campo.