Si bien es más abundante en el verano, la albahaca fresca es una buena alternativa para incluir en las ensaladas.
Esta hierba es rica en vitamina K, hierro y calcio. Aquí, otras tres formas de disfrutarla:
1. Pesto de nuez de Castilla y queso.
La chef estadounidense Rachael Ray le da un toque propio a esta salsa: blanquee la albahaca y luego la licúa con nuez, ajo, aceite de oliva, sal y quesos ricota y parmesano.
2. Té helado de albahaca y frutilla.
Martha Stewart, chef y autora de libros de cocina, pone a hervir una mezcla de ¾ de taza de azúcar y 1 taza de agua; agrega 1 taza de albahaca fresca y la deja remojar 10 minutos. Cuela el jarabe, lo vierte sobre 400 g de frutillas picadas y lo deja reposar 25 minutos. Al final, lo vierte en 4 tazas de té helado y luego, a refrigerar.
3. Aceite de albahaca.
El chef y dueño de restaurantes Michael Chiarello pone a remojar albahaca en aceite de oliva hasta que la hierba quede suave; luego la cuece a fuego alto 3 minutos. Cuela la mezcla, y con ella adereza pollo asado a la parrilla, verduras e incluso una ensalada caprese.