Si cambia algún que otro mal hábito que este ambiente fomenta, va a poder aumentar la diversión y mejorar su salud.
Probablemente este sea, de todos los lugares de la casa donde pasamos nuestro tiempo, aquel en el que más estamos. Aquí se encuentran, por lo general, la computadora, el televisor y los sillones en los que solemos tirarnos a leer algún libro.
Pocos inventos modernos han perjudicado tanto la salud como la televisión. Apenas nos movemos cuando estamos pegados a la pantalla, y en cada corte publicitario nos tientan imágenes de alimentos grasosos y azucarados. Por eso, la próxima vez que se acomode en el sillón del living y presione el botón de “encendido” en el control remoto, tenga presente estos consejos.
1. Haga una lista de tareas durante los cortes publicitarios
Diez minutos antes de que empiece su programa favorito, haga una lista de cinco tareas -de no más de dos minutos cada una- que pueda llevar a cabo durante las publicidades. La lista puede incluir ocupaciones tales como acomodar el revistero, regar las plantas, levantar los platos de la mesa o ponerle la pipeta para pulgas al perro. Realizar estas pequeñas tareas lo van a ayudar a moverse por la casa, y la distracción lo va a mantener lejos de la comida poco saludable.
2. Esconda el control remoto
¿Se acuerda cuando los televisores no tenían control remoto y cambiar el canal o ajustar el volumen lo obligaban a levantarte del sillón? Sáquele las baterías al control remoto o escóndalo en un cajón y eso lo va a mantener más activo.
3. Olvídese de las cenas frente al televisor
Si le encanta llevar la cena al living para comer viendo las noticias o alguna película, rompa inmediatamente con ese hábito. Investigadores descubrieron que mientras más televisión mira la gente durante la cena, se come más y peor, se adquieren malos hábitos alimenticios y se está más expuesto a publicidades que promueven alimentos poco saludables que sabotean las dietas. Frente al televisor, la alimentación pasa a un segundo plano y no somos plenamente conscientes de lo que estamos haciendo a la vez que los diálogos familiares quedan en segundo plano. Una investigación llevada a cabo por de la Universidad de Birmingham demostró que quienes comen concentrados en el sabor y en la textura de sus alimentos recurren menos a otras comidas durante el día, lo que puede tener impactos muy positivos en su salud.
4. Mantenga los snacks lo más lejos posible del sillón
Guardar las papas fritas, las galletitas u otras colaciones cerca del televisor, predispone a comer comida poco saludable sin siquiera pensarlo. En cambio, si los guarda en el fondo de la alacena, va a tener que levantarse a buscarlos, y al pasar frente al frutero de la cocina va a tomar consciencia de que una manzana es una opción más saludable.
Un secreto: Lávese los dientes después de cenar. Muchas personas que tienen éxito con su dieta confiesan que lavarse los dientes es su arma secreta para bajar de peso. Hacerlo reduce la tentación de comer helado o unos chocolates mientras se mira televisión.
5. Coma papas al horno, no fritas
Si la tentación de ver su programa preferido comiendo papas fritas es inevitable, por lo menos prepárelas al horno. Mientras que una ración de papas fritas (una taza) normales contiene 150 calorías y 10 gramos de grasa, la misma cantidad al horno contiene 110 calorías y 1,5 gramos de grasa. Solo acuérdese de no ingerir más de lo que comería si estuvieran fritas.
6. Intercambie las horas de televisión
Los científicos afirman que cuanta más televisión mira la gente, más come. Si quiere eliminar algunas colaciones dulces de su alimentación, esta es una forma sencilla de hacerlo: repase la programación de cada noche, identifique un programa le gustaría ver y táchelo de sus planes nocturnos. En su lugar, salga a caminar, pasee al perro, manténgase atento con la lectura de un libro o llame a algún amigo que no ve hace mucho.
7. Tenga las manos ocupadas
A veces terminamos fumando o comiendo alimentos que engordan simplemente porque queremos tener las manos ocupadas. Para evitarlo, puede coser ese botón que le falta a su camisa hace días, ponga en orden las facturas que tenga que pagar o teja algo para el invierno. Mientras más concentrado esté en su pasatiempo, menos probable es que vaya “a picar algo”.
8. Mire un programa de ejercicios
¿Por qué no mirar un programa o un tutorial de ejercicios? Allí va a poder encontrar distintos tipos de entrenamiento físico (aeróbicos, Pilates, yoga, Tai Chi, estiramiento, danza del vientre, etc.) para todos los niveles de condición física, incluso rutinas para personas mayores.
9. Presione el botón de “apagado”
Aún mejor que estar activo mientras mira la televisión, es desconectarla por completo. Sí, ¡hay infinidad de cosas que se pueden hacer en el living! Arme un rompecabezas. Hay algo parecido a la filosofía zen en el proceso contemplativo y sosegado de armar un rompecabezas lentamente. Su atención está enfocada durante horas en el detalle diminuto de una pintura o de una fotografía, y poco a poco la imagen se empieza a materializar frente a sus ojos. Compre el rompecabezas más grande que pueda —algunos tienen miles de piezas— y destine una mesa plegable u otra superficie para esta actividad relajante. El desafío de querer verlo terminado mantendrá apagada la televisión por la noche (y si el rompecabezas es lo suficientemente grande, varias noches más). Es una buena actividad tanto solitaria como familiar.
10. Tarde de juegos
Llene un estante con juegos de mesa y otros pasatiempos y fije una tarde a la semana para invitar a sus amigos a jugar al dominó, al Scrabble, a la canasta o a cualquier otro juego de mesa. De este modo va a ejercitar la mente, participar en una competencia amistosa y reírse a carcajadas.