Siga estos 5 consejos para que las comidas nocturnas no sean difíciles de digerir o dificulten el dormir.
El momento de la cena es quizá el más importante del día. No tanto por la comida en sí, sino porque es cuando habitualmente la familia se encuentra, luego de sus actividades diarias, en un mismo lugar: la mesa.
Claves para no irse a dormir «pesado»
Por costumbre o idiosincrasia, en la Argentina, la familia completa se suele reunir por la noche. Aunque no sea lo más recomendado por los nutricionistas, aquí la cena se convierte en la comida más importante (y suculenta) de la jornada. Por lo que es esencial seguir estos consejos para que las comidas nocturnas no se conviertan en un problema para la salud y sean saludables:
- Limitar los carbohidratos. Una o dos porciones es lo ideal. Tenga precaución con las pastas, las papas, el arroz y los rellenos.
- Vegetales, presentes. La noche es la mejor oportunidad para su cuota diaria de verduras. Si come ensalada, procure que tenga al menos dos tipos de vegetales como zanahorias salteadas o arvejas. Los vegetales congelados u hojas verdes lavadas y embolsadas son excelentes opciones, si no se dispone de tiempo.
- Hola a las proteínas. Incorpore legumbres a sus comidas, son una excelente fuente de proteínas.
- Adiós al pan. El pan no es malo, pero si comió un sándwich al mediodía, ese es todo el pan que usted necesita. Si agrega pan a la mesa, está consumiendo calorías y ocupando lugar para otros alimentos más saludables.
- Tome agua no gaseosas. A menos que lo tenga prohibido, un vaso de vino también es una buena opción; las gaseosas y los jugos agregan calorías y azúcar sin aporte de nutrientes.
Consejo de oro: ¡coma en familia!
Sirva la comida en platos en vez de llevar fuentes a la mesa. Es probable que así coma menos.
Pero los beneficios no solo pasan por la comida saludable, preste atención a estos datos:
- Las familias que comen sus alimentos en la cocina o comedor tienen un IMC significativamente más bajo que las familias que comen en otro lugar, según un estudio de la Universidad Cornell.
- Los niños que no consumen alimentos con sus padres por lo menos dos veces a la semana son un 40 por ciento más propensos a tener sobrepeso que los que si lo hacen, de acuerdo con datos revelador en la Conferencia Europea sobre la Obesidad.