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¿Por qué los platos de mesa son redondos?

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¿Alguna vez te preguntaste si todas las culturas a lo largo de la historia han utilizado el mismo tipo de platos que usás hoy en casa? Enterate a qu&ea…

Con ayuda de la investigación de Harry Frost, director del Museo Dyson-Perrins de Worcester, Inglaterra, Doris Nixon, directora de servicios educacionales del Servicio Nacional de Organización de Bodas, informó sobre la historia de la vajilla. Aquí se presentan algunos puntos destacados. 

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Por lo general, se supone que la alfarería estuvo precedida por la cestería. La mayoría de las cestas eran redondas, porque así es más fácil tejerlas. El hombre prehistórico, o mejor dicho la mujer, reforzaba esos recipientes untando el exterior con arcilla. La idea de la alfarería puede haber surgido cuando una de esas cestas, accidentalmente, se quemó. Se hallaron piezas de arcilla cocida con marcas de tejido de cestería que datan de entre el 15.000 y el 10.000 a. C., en la Cueva de Gamble, en Kenia. 

El otro método a mano alzada más común para modelar arcilla es la alfarería de rodete, con el que las vasijas se hacen formando una larga espiral de arcilla. Con este método, lo más natural es crear una forma redondeada. El vaciado, que supone arcilla líquida, se usaba en la Antigua Palestina, pero ese método sólo se empleó en Europa a partir del año 1730. Fabricar un plato de cualquier otro diseño que no sea redondo implica el vaciado, y eso lo hace más costoso que los otros métodos. 

La introducción del torno de alfarero, quizá la máquina más antigua de la humanidad, marcó el comienzo de la mecanización de la alfarería. El uso más antiguo que se conoce del torno de alfarero fue en la ciudad mesopotámica de Uruk, en el 5000 a. C. Los alfareros también usaban tornos en la época de la civilización del valle del Indo (3250-3000 a. C.), como lo hacía el pueblo maya en la fabricación de juguetes de cerámica para los niños. En los tiempos del Antiguo Testamento (2000 a. C.), el torno de alfarería era de uso común en el sur de Palestina. De hecho, una de las puertas de Jerusalén era la “Puerta de los Tiestos” (trozos de cerámica). Entonces, si retrocedemos en la historia hasta el 5000 a. C., los platos eran redondos, porque así salían del torno”. 

Algunas culturas también usaban platos de madera, y los hacían a partir de los árboles que hallaban. Si los troncos fuesen cuadrados, quizás habrían fabricado platos de mesa cuadrados. Incluso hoy, los platos circulares tienen claras ventajas para los fabricantes. Según explica Judy Stern, de Noritake: “Se pueden hacer otras formas, pero las piezas ovales o cuadradas, por ejemplo, se deben formar en un molde. Este proceso es mucho más costoso, requiere más mano de obra y lleva más tiempo”. 

Además, los platos redondos tienden a durar más que los de otras formas. Helen Grayson, del Concejo Americano de Vajilla para Restaurantes, comentó que los platos rectangulares, con bordes agudos, tienen más probabilidades de romperse o de que se les salte el esmalte en los cantos. En las décadas de 1930 y 1940, los platos cuadrados estuvieron en boga por un corto tiempo, pero luego pasaron de moda. Desde entonces, otras formas no redondeadas tuvieron más aceptación en Europa que en América del Norte; sin embargo, los fabricantes de loza tratan todo el tiempo de presentarle otros diseños a un público que está conforme con los platos redondos: platos para pescado con forma de pez, platos ovalados para carnes y platos octogonales para los exquisitos. 

Pero parece que siempre volvemos al punto de vista de Doris Nixon: “Si no se puede mejorar la historia, ¡no intentemos cambiarla! El asunto es que los platos redondos seguirán existiendo”

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