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Prevenir enfermedades durante viajes es posible

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Claves
para que ningún inconveniente te tome por sorpresa y arruine tus vacaciones.

Gripes, ampollas, mareos, problemas respiratorios, quemaduras de sol y diarrea, son los inconvenientes más frecuentes que deben afrontar los viajeros. No dejes que ninguna enfermedad o accidente arruine tus vacaciones o tus viajes de negocios. Anticiparte es la mejor forma de prevenir muchos problemas de salud en el extranjero. 

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1. En el avión, sentido común

Previene Coágulos, enfermedades respiratorias, problemas estomacales, gripe y deshidratación. ¿Qué puede resultar más exasperante que contagiarte un virus en el avión de ida a tu destino de vacaciones? Lamentablemente, es algo muy común; las aeronaves repletas de gente, los espacios acotados y la recirculación de aire viciado, exponen a los viajeros a toda clase de gérmenes. Para estar prevenido seguí estas sugerencias que ofrecen los expertos en viajes.

Qué debés hacer
Bebé abundante agua de botella. Como sin duda ya lo habrás notado, el aire del avión es increíblemente seco. Esto aumenta el riesgo de contraer una infección, ya que las membranas mucosas (nariz, garganta y ojos) necesitan estar hidratadas para repeler virus y bacterias. Así que evitá los snacks salados y el alcohol, porque deshidratan, y en cambio, tomá agua. Asegurate además de que sea agua de botella. Durante un estudio realizado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (Enviromental Protection Agency) sobre 158 aviones de pasajeros, se descubrió que el agua potable estaba infectada en casi el 13 por ciento de los casos, con bacterias coliformes, cuya presencia se utiliza como indicador aproximado de la limpieza general del agua (la aparición de ciertos tipos de bacterias coliformes en el agua señala la presencia de desechos de alcantarillas). 

Caminá cada dos horas
Permanecer sentado durante muchas horas predispone a la formación de coágulos en las piernas, y para reducir ese riesgo, caminar es una buena opción. Es más cómodo levantarte las veces que quieras si tu asiento está del lado del pasillo, pero si no fuera posible, ejercitá cada media hora levantando los hombros y moviéndolos hacia delante y hacia atrás; bajá el mentón y mové la cabeza como si estuvieras asintiendo y negando; dibujá círculos con las puntas de los pies y presioná el metatarso de los pies contra el piso diez veces seguidas. Evitá sentarte con las piernas cruzadas.

Comprá un paquete de toallitas antibacterianas.
Usalas para limpiar la bandeja, y para abrir la puerta del baño y tirar la cadena del inodoro.

2. Anticipate a las enfermedades

Previene Diarrea del viajero, ampollas, mareos, quemaduras de sol y malaria.
A veces, problemas aparentemente insignificantes como ampollas o quemaduras de sol, complican unas vacaciones perfectas. En otras ocasiones, se trata de inconvenientes más serios, como una diarrea del viajero, que te mantienen encerrado en el hotel durante días. Muchos problemas de salud se pueden evitar si planificás ciertas cosas con anticipación.

Qué debés hacer
Consultá a tu médico dos meses antes de viajar. Preguntale si vas a necesitar vacunas para el lugar de destino y si te recomienda tomar pastillas para la malaria (si es así, empezá a tomarlas como lo indique el médico, antes de salir del país). Si planeás visitar lugares donde la calidad del agua no es confiable y pudieras correr riesgos de contraer diarrea del viajero, solicitá además una receta para antibióticos y compralos antes de irte. 

Llevá repelente de insectos.
Los mosquitos no solo son molestos; en ciertos lugares del mundo pueden transmitir enfermedades como la malaria y el dengue. Las garrapatas pueden causar encefalitis. Para estar protegido, usá repelente para insectos en todas las áreas de piel que estén expuestas. Elegí uno que contenga dietiltoluamida (DEET). Otra opción es llevar prendas para usar cuando haya gran cantidad de mosquitos, como camisas de manga larga, pantalones largos y zapatos cerrados. Si estás en un sitio donde la cantidad de mosquitos es abundante, rociá repelente de insectos con permetrina en prendas, calzados, carpas y mosquiteros (pero no sobre la piel). Sigue siendo efectivo incluso después de cuatro lavados.

Filtrá el sol.
Tené siempre presente que los países cercanos al ecuador y ubicados a mayor altitud reciben más rayos UV que otros lugares del mundo. Además, la nieve y la arena blanca reflejan el sol, lo que aumenta el riesgo de quemaduras. Aunque no vayas a la playa, usá un protector solar (factor 30 es suficiente) que bloquee los rayos UVA y UVB, y aplicátelo cada dos horas.

Usá ojotas para ducharte.
Si planeás disfrutar de la piscina del hotel o de las duchas del vestuario, incluí ojotas en tu valija para protegerte del pie de atleta. Si vas a visitar playas rocosas, también llevalas en el bolso.

Prevení las ampollas.
A simple vista, las ampollas parecen inocentes, pero si se infectan, vas a tener un problema más serio, en especial si padecés diabetes. Llevá siempre un paquete de apósitos y de gasas, y algunas tijeras de viaje. En cuanto sientas que el calzado empieza a lastimarte, cortá un trozo de gasa lo suficientemente grande para cubrir el área y colocalo encima para evitar que se reviente por completo la ampolla. Más vale prevenir que curar. Podés reducir el riesgo de contraer diarrea del viajero con las precauciones habituales (evitar el agua corriente, el hielo, las frutas y las verduras crudas que no hayas pelado vos mismo), pero también tené a mano algún medicamento para las náuseas.

Llevá remedios para el mareo.
El dimenhidrinato y la ciclizina son recomendables para reducir las náuseas y los vómitos provocados por el mareo. La clave está en tomar cualquiera de estos medicamentos bastante tiempo antes de abordar el barco, el avión o emprender un viaje en auto.

Contrarrestá los efectos de la altura.
Estos se pueden sentir si ascendés rápidamente a más de 1.800 metros sobre el nivel del mar. Para evitarlo, ascendé gradualmente (por ejemplo, pasá la noche a 1.200 metros antes de continuar hacia tu destino), incorporá lentamente la actividad física y no bebas alcohol ni ingieras comidas pesadas. Si solés sufrir mal de altura, consultá con tu médico. Existen remedios que podés tomar con anticipación para prevenirlo. Prevení enfermedades de transmisión sexual. Los viajes representan un mayor riesgo para contraer enfermedades de transmisión sexual -tales como la sífilis, la gonorrea, el herpes genital, la hepatitis B, el VIH/SIDA, el papiloma virus humano (HPV)-, ya que se puede generar un ambiente de distensión y disminuir así los cuidados recomendados en este aspecto. Por otro lado existen destinos donde los índices de estas infecciones son muy altos. Llevá siempre preservativos, para utilizar durante toda la relación sexual y evitá mantener relaciones sexuales ante la presencia de síntomas de alguna enfermedad de transmisión sexual. 

Antes de viajar
Además de colocarte la vacuna contra la gripe y, según tu edad y tu estado de salud, la vacuna contra la neumonía, cerciorate de tener actualizada la vacuna contra el tétanos. (Sugerencia: necesitás una cada diez años). Verificá además qué vacunas se recomiendan para los lugares que vas a visitar. Encontrará información al respecto en http://msal.gov.ar/htm/Site/ pdf/salud-del-viajero.pdf. Las únicas obligatorias son la vacuna contra la fiebre amarilla para viajes a ciertos países de África subsahariana y de Sudamérica tropical, y la vacuna meningocócica para viajar a Arabia Saudita durante la celebración religiosa del Hajj (requisito obligatorio impuesto por las autoridades saudíes).

3. Manos siempre limpias

Previene Diarrea, infecciones intestinales y resfríos u otras enfermedades virales. El lavado de manos es la medida más sencilla, pero más importante en la prevención de enfermedades; de hecho, según los estudios, elimina el 99 por ciento de las partículas de virus que provocan infecciones tales como erupciones, parásitos, resfríos y hepatitis. De todas, sin embargo, la más común es la diarrea. No importa a dónde viajes o lo que estés haciendo, un lavado efectivo debe ser tu estrategia principal para prevenir enfermedades y para no transmitir gérmenes a otras personas. Qué debés hacer Lavate con agua caliente y jabón, minuciosa y frecuentemente. El jabón común y el agua caliente son suficientes; no es necesario un jabón antibacteriano. Solo asegurate de que el lavado dure al menos veinte segundos.

Equipate con toallitas de mano antibacterianas y alcohol en gel.
Siempre que puedas usá el agua y el jabón para lavarte las manos (es el método más efectivo para deshacerse de los gérmenes ya que el enjuague los elimina físicamente). El alcohol en gel mata muchos gérmenes pero no termina por completo con ellos. De todos modos, para aquellos casos en que lavarse las manos sea imposible, los geles y las toallitas antibacterianas a base de alcohol siempre son preferibles a nada. Usá un desinfectante que contenga un 99,5 por ciento de etanol; los estudios muestran que es más efectivo contra los norovirus que cualquier otra concentración o tipo de limpiador a base de alcohol.

Precaución con canillas y picaportes.
Tan solo pensá en la cantidad de gente que usó el baño público una o dos horas antes que vos. Después calculá cuántos de ellos efectivamente se lavaron las manos antes de irse (muchos menos de lo que imaginás). Por eso, no es la tabla del inodoro de estos baños lo que más debe preocuparte: sorprendentemente, las canillas y los picaportes son las áreas con más gérmenes, así que usá papel higiénico o una toalla de papel para abrir o cerrar la canilla y para abrir la puerta al salir. 

4. Tu seguridad física

Previene Accidentes y lesiones Es más probable que te contagies un virus u otra infección en la calle que lesionarte en un accidente, pero puede suceder. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo fallecen alrededor de 1,3 millones de personas al año por causa de incidentes en calles y rutas. Los accidentes de tránsito representan la principal causa de muerte entre los 15 y los 29 años. Si no se aplican medidas para evitarlo, se prevé que de aquí a 2020 los accidentes de tránsito causarán cada año 1,9 millones de muertes. Qué debés hacer Olvidate de las motos y de los cuatriciclos. Alcanza con echar un vistazo a un hospital de la zona para ser testigo de todos los turistas que sufrieron lesiones en moto que les arruinaron las vacaciones. Optá por el transporte público, alquilá una bicicleta o simplemente caminá. Si alquilás un auto, que sea uno grande: esto reduce el riesgo de lesiones en caso de accidente. Usá el cinturón de seguridad. Si el auto o el taxi no poseen cinturón de seguridad que funcione, buscá otra forma de transporte.

Reducí la cantidad de pasajeros en un auto.
Los países menos desarrollados tienen la mala fama de contar con colectivos, subtes y trenes atestados de gente. Si no encontrás espacio para sentarte cómodamente ni un cinturón de seguridad para colocarte, o si el transporte parece colapsado al punto de resultar peligroso, rechazá el paseo.

Usá equipaje con ruedas.
Evitará dolores de espalda. Y siempre al levantarlo hacé fuerza con las piernas, no con la espalda.

Protegete de los golpes de calor y de la insolación.
La elevada sensación térmica de algunos países puede hacer que te hierva la sangre. Bebé abundante líquido, usá ropa liviana de colores claros y algún sombrero; descansá en tu habitación del hotel o en cualquier lugar con aire acondicionado durante las horas más calurosas del día, aplicá protector solar y evitá los almuerzos con alcohol

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