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12 mitos acerca de la comida

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¿Creencias populares o convicciones validadas por la experiencia? Descubrilo.

Cada uno de nosotros puede citar de memoria muchas de estas creencias. Son frases que hemos escuchado infinidad de veces desde que Éramos niños: “el pescado es el mejor alimento para el cerebro”, “comer corteza de pan ondula el cabello”, etc. Se trata de ideas y suposiciones arraigadas que algunas personas aceptan como “hechos comprobados” y jamás las cuestionan.

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Es hora de someter a prueba científica algunas creencias populares sobre la comida. ¿Cuáles de ellas son ciertas y cuáles falsas?

1. Si tiene diarrea, tome limonada

No lo haga, dice el doctor Terry Bolin, presidente de la organización australiana The Gut Foundation, dedicada al estudio, tratamiento y prevención de las enfermedades gastrointestinales. “Cuando uno tiene diarrea pierde electrolitos, en particular sodio y potasio, y hay que reponerlos”, explica Bolin. “Reemplazarlos rápidamente resulta vital en el caso de los niños. Las gaseosas y otras bebidas endulzadas contienen mucha azúcar, pero no electrolitos”.

Así­ que, si insiste en tomar limonada —dice el experto—, debe agregarle sal: una cucharadita al ras a cada litro que prepare. Sin embargo, Bolin, en vez de bebidas endulzadas, es preferible tomar líquidos que reemplacen los electrolitos perdidos —como las soluciones rehidratantes que se venden en las farmacias— y esperar a que la naturaleza siga su curso. “La mayoría de las personas se alivia en un plazo de entre 24 y 48 horas sin que podamos determinar la causa, pues mientras se analiza una muestra de heces en el laboratorio, la diarrea suele haber cedido. No obstante, si dura más de dos días, hay que averiguar la causa”.

2. Comer chocolate le llena la cara de granos

No es cierto, asegura la doctora Pam Brown, miembro del Colegio de Dermatólogos de Australasia. “No hay pruebas que sustenten esa afirmación, aunque era común encontrarla en los libros de texto”, señala. “Es un mito que tiene una larga historia. Surgió a principios de los años 30, y en los 60 y los 70 hubo algunos estudios al respecto, pero no se concibieron ni se realizaron con rigor científico. Sabemos que la comida es solo uno de los muchos factores que pueden provocar acné©, entre ellos la predisposición genética y los hábitos alimentarios”.

Según la doctora, hay pruebas de que una carga glucémica alta puede afectar la producción de andrógenos, “y en las personas genéticamente propensas —dice— estas hormonas son uno de los factores que contribuyen a la aparición del acné. Con todo, no se ha demostrado que el chocolate sea una causa directa”.

3. El jugo de arándano alivia las infecciones de las vías urinarias

“No hay pruebas de que el jugo de arándano ayude a curar una infección en curso”, advierte el doctor David Malouf, presidente de la Sociedad de Uróloga de Australia y Nueva Zelanda. “Una infección de vejiga debe combatirse con antibióticos recetados por un médico. Si no se trata con fármacos, se puede extender a los riñones (pielonefritis) y volverse un problema grave.

” No obstante, algunos estudios indican que tomar jugo o cápsulas de arándano con frecuencia podría reducir el riesgo de contraer infecciones de las vías urinarias (IVU). La opinión médica actual es que el arándano evita que las bacterias que causan las IVU se adhieran a las paredes de la vejiga. Así­ que consumir esta fruta es una de las estrategias que una persona que sufre IVU recurrentes puede usar para prevenir nuevas infecciones”.

4. El pescado es el mejor alimento para el cerebro

Esto es cierto. Comer pescado tiene numerosos beneficios para la salud, entre ellos disminuir significativamente el riesgo de enfermedades cardiacas y ataques de apoplejía (este alimento es rico en Ácidos grasos no saturados, conocidos como omega 3, los cuales reducen el aglutinamiento de las plaquetas sanguíneas y aumentan la flexibilidad de los glóbulos rojos). Estos Ácidos también aportan beneficios específicos al cerebro, particularmente en la etapa final de la vida.

Comer pescado por lo menos una vez por semana reduce en un 60 por ciento el deterioro cognitivo normal de los adultos mayores, y disminuye mucho el riesgo de padecer Alzheimer y otras enfermedades.

5. Evite la leche, en especial cuando está resfriado, porque favorece la producción de mucosidad

Esta creencia popular es falsa, dice el doctor McCoy. “La leche es una fuente esencial de calcio, sobre todo para los niños, así­ que es muy importante desmentir este mito y erradicar el temor”, señala. “El tema se ha estudiado a fondo, y las pruebas científicas son indiscutibles: no existe ninguna relación entre esos dos factores. Sin embargo, las personas no lo creen; lo que causa la producción excesiva de mucosidad es un virus, no la leche, pero este hecho ¡les parece irrelevante! Tampoco hay conexión entre la intolerancia a la lactosa —que se manifiesta con inflamación abdominal y diarrea— y la producción de mucosidad”, agrega el especialista.” Vea las cosas de este modo: si tiene hijos, ¿están dispuesto a ponerlos en riesgo de contraer osteoporosis en el futuro por seguir una creencia infundada?”.

6. Comer zanahorias mejora la vista

Esta creencia es parcialmente cierta. Consumir zanahorias no previene ni corrige defectos como la miopía y la hipermetropía, pero incluso comer una sola zanahoria de vez en cuando puede bastar para prevenir algunos tipos de ceguera nocturna. La explicación es que ciertas formas de esta enfermedad —en la cual los ojos no pueden ajustarse a la luz tenue— tienen como causa la deficiencia de vitamina A, y las zanahorias son ricas en betacaroteno, sustancia que el cuerpo transforma en esta vitamina.

7. La comida picante provoca Úlceras

“No es cierto”, asegura el doctor Bolin. “Hace unos años se realizó un riguroso estudio con un grupo de personas cuya dieta incluía grandes cantidades de chile, y no se observó que les ocasionara ningún problema de salud. A quienes sí les afectan los condimentos picantes es a las personas que padecen el síndrome de colon irritable; como al consumirlos suelen sentir dolor, piensan que se trata de una Úlcera, pero en realidad lo que les duele es el intestino.

8. El té de jengibre alivia el malestar estomacal

“Muchos remedios herbarios tienen fama de ser eficaces, pero creo que la razón por la cual parecen dar resultado es que a menudo se usan para afecciones de corta duración —señala el doctor Bolin—, es decir, sin importar qué tome, lo más probable es que se sienta mejor al día siguiente. No hay pruebas de que plantas como el jengibre ayuden. La menta sí­, sobre todo para el reflujo gastroesofágico, tomada en té o en cápsulas”. El experto aclara que lo anterior es válido cuando se trata de infusiones hechas con esta planta, no de los dulces de menta.

9. Cada día una manzana y tendrá una vida sana

“Por supuesto, este dicho no es cierto en sentido literal —señala el doctor McCoy—, pero como metáfora encierra una gran verdad: que la fruta es parte importante de la alimentación y que debemos comerla de manera habitual. Pero hay que recalcar que se trata de una manzana por día, no de 50, y que debe formar parte de una dieta balanceada. La manzana está repleta de antioxidantes, al igual que muchas otras frutas, así­ que aquí­ simboliza a la fruta en general.

10. El yogur cura la candidiasis vaginal

“Aún hay controversia respecto a si esto es cierto, pero los argumentos a favor son muy convincentes”, dice la ginecóloga Kristine Barnden. La candidiasis vaginal es una infección causada por levaduras (hongos microscópicos). En la vagina normalmente hay colonias de bacterias inocuas que mantienen un ambiente muy Ácido en ella, lo que evita que proliferen levaduras como la Candida albicans.

Pero si un agente externo —por ejemplo, un tratamiento con antibióticos— elimina esas bacterias, las levaduras se multiplican. “Se cree que consumir yogur que contenga bacterias acidillas, o yogur natural, ayuda a restablecer el equilibrio de microorganismos en la vagina”, señala la doctora. El problema radica en que no existen estudios amplios y rigurosos que demuestren la eficacia del yogur para ese fin; peor aún, algunos indican que no tiene ningún efecto. También se habla mucho de los prebióticos (bacterias que se añaden a algunos alimentos para favorecer la función intestinal), pero, según la doctora Barnden, “todos los estudios clínicos que se han hecho sobre ellos muestran un efecto placebo muy fuerte”. Es decir, dan resultado solo porque las personas creen que lo harán.

11. Comer corteza de pan ondula el cabello

El doctor McCoy suelta una carcajada al oír esto. “¡Yo me como todas las cortezas del pan y no tengo pelo!”, dice. Entonces, ¿qué riza el cabello? “Los genes”, contesta. Solo hay una manera de relacionar el pelo ondulado con la corteza de pan: comerla mientras se hace una permanente.

12. Si está resfriado y tiene fiebre, no coma nada

“Esto es absolutamente erróneo”, dice el doctor McCoy. “Cuando tiene fiebre, necesita alimentarse bien. Es probable que no tenga ganas de comer, pero es importante que consuma por lo menos pequeñas cantidades de alimento con frecuencia; debe comer lo que pueda tolerar. Cuando está enfermo, su necesidad de nutrientes aumenta, al igual que su ritmo metabólico, así­ que puede bajar de peso en poco tiempo. En caso de fiebre, lo mejor es tomar paracetamol y, media hora después, cuando haya surtido efecto, tratar de comer. En ese momento se sentirá más dispuesto a probar algo”.

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