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La ansiedad crónica es mala para la salud, enterate cómo controlarla.

Sin importar la causa, la ansiedad crónica es mala para la salud. Hace que tu corazón lata más rápido de lo que debería y hasta espesa la sangre, lo que incrementa el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Si sos una persona ansiosa, procurá implementar estas estrategias para tranquilizarte:  

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-Hablá con alguien.

La mejor opción es hablar con un terapeuta entrenado en terapia cognitivo conductual. En esta forma de psicoterapia, podés aprender a individualizar las preocupaciones y a darles la perspectiva adecuada a tus miedos. Los estudios han descubierto que, como tratamiento para los trastornos de ansiedad, funciona mejor que los medicamentos. Otras investigaciones evidencian que puede ayudar a prevenir el desarrollo de un trastorno de ansiedad si se la utiliza a tiempo.

-Salí a caminar.

¿Conocés esas hormonas de felicidad que se liberan cuando hacés ejercicio? Una es el neurotransmisor conocido como ácido gamma-aminobutírico, o GABA, por sus siglas en inglés. En ciertos estudios se descubrieron niveles bajos de GABA en las personas con algunos trastornos de ansiedad, especialmente el trastorno de pánico. También se detectó que el ejercicio, hasta el yoga, puede incrementar los niveles de GABA. ¿Cuánto ejercicio es necesario? En un estudio se pidió a 15 personas saludables que usaran una cinta caminadora durante 30 minutos, y luego se les administró un medicamento que simula un ataque de pánico. Sólo 6 tuvieron ataques de pánico después de hacer ejercicio, en comparación con 12 que los experimentaron tras recibir el medicamento con posterioridad al descanso.

-Respirá como una persona no ansiosa.

Muchos de los síntomas de un ataque de ansiedad son causados por la hiperventilación, que ocurre cuando respirás de forma tan superficial que nunca terminás de liberar completamente el dióxido de carbono de tus pulmones. A medida que se acumula el dióxido de carbono, no hay suficiente espacio en tus pulmones para que entre oxígeno nuevo, y esto te hace sentir mareado y aturdido. Aprender a respirar correctamente cuando sientas que se estás poniendo ansioso puede ayudarte a controlar la liberación de hormonas del estrés que son la causa de la hiperventilación. Respirá profundo lo más lento que puedas (contá hasta cinco al inhalar), y observá cómo se infla tu estómago, no tu pecho. Contené la respiración por unos segundos y luego exhalá, mientras contás hasta cinco. Repetí este ejercicio cinco veces.

-Tomá té.

Como si el simple hecho de preparar y tomar té no tuviera suficientes efectos calmantes, los investigadores británicos descubrieron recientemente que las personas que beben té varias veces por día se recuperan más rápidamente de situaciones estresantes que tienen el efecto de incrementar la frecuencia cardíaca y la presión arterial. También se descubrieron niveles inferiores de hormonas del estrés en la sangre de quienes beben té. Los antioxidantes del té pueden afectar los mismos receptores cerebrales que los medicamentos ansiolíticos.

-Tomá tres gramos de aceite de pescado por día.

Se ha comprobado que el aceite de pescado puede ayudar a aliviar la depresión, y según parece, también reduce el estrés. Después de tres meses, los participantes del estudio que tomaron tres gramos de aceite de pescado por día indicaron que sentían un 50 por ciento menos de estrés que quienes recibieron un placebo. Consultá con tu médico antes de tomar los suplementos.

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