Una receta nutritiva, exquisita y sin gastar de más.
Ingredientes
• 4 huevos fresco.
• 150 g de queso feta.
• 1 atado de rúcula.
• ½ atado de espinaca fresca • 1 planta de lechuga morada • 10 aceitunas negras.
Para el aliño:
• aceite de oliva, aceto, sal y pimienta a gusto.
Preparación
- Cascar el huevo en un plato pequeño, calentar el agua en una cacerolita con una cucharada sopera de vinagre. Cuando está por llegar a punto de ebullición, revolverla formando un remolino y volcar el huevo tratando de que la clara envuelva a la yema.
- Cocinar por 5 minutos hasta que esté firme la clara. Retirar con la ayuda de una espumadera y pasarlo a un bol con agua y hielo para cortar la cocción, este proceso se denomina Baño María inverso.
- Una vez frío, retirarlo del agua con espumadera y pasarlo a un repasador limpio para que escurra el agua. Emprolijar los bordes, salar y condimentar a gusto. Consejo: no salar el agua porque la clara no coagulará.
- Otra forma más sencilla de hacerlo es poniendo un papel film, apenas aceitado que cubra una taza, volcar el huevo adentro, condimentarlo con sal, pimienta y hierbas, y ce-rrarlo con un nudo; quitar el aire. Cocinarlo por 4 mi-nutos en agua caliente y luego pasarlo por agua helada para cortar la cocción. Abrir el paquete y ¡ya está listo para comer!
- Lavar las hojas y secarlas bien; acomodarlas en un bol, incorporar las aceitunas y el queso feta desmenuzado. Condimentar a gusto. Hacer en un plato una base de ensalada. Colocar por encima una tostada crujiente y, sobre ella, el huevo poché.