Toma nota de estos prácticos consejos para reutilizar las sobras de un vino.
1. Vertí el vino tinto en una botella de vinagre sin pasteurizar y dejalo reposar, agitándolo una vez por semana. Al cabo de 15 días tendrás un vinagre “artesanal”.
2. Dale sabor a sopas y guisos: los vinos blancos y espumosos van bien con las sopas sobre la base de crema o caldo (crema de pescado o sopa de verduras), mientras que los tintos armonizan con sopas y guisos de tomate o caldo de gallina (como la carne al horno). Vertí un chorro generoso en cada porción.
3. Cociná a fuego lento manzanas, ciruelas o peras en vino tinto azucarado durante 10 minutos.
4. ¿Moscas sobre la frutera? Una botella abierta con un chorrito de vino dentro es una trampa perfecta. Las moscas irán allí y no a la frutera, y no podrán escapar.
5. Para hacer más esponjosas las omelettes, añadí una cucharada de vino blanco espumoso (champán, Prosecco o cava) por cada dos huevos mientras los batís.
6. Congelá el vino en bandejas para cubos de hielo (8 cubos = 1 taza) a fin de dar sabor a salsas y guisos.
7. Para hacer los mejillones al vapor clásicos, mezclá vino blanco (media taza por cada medio kilo de mejillones) con manteca y ajo.
8. Si el único sobrante es —perdón—la botella de vino, podés convertirla en un lindo florero, y despreocuparte si llega a romperse