¿Quién no ha sufrido estrés antes de viajar? Aunque puedan sobrepasarte, los problemas no son siempre tan grandes como parecen. Aquí te dejamos 8 consejos.
1 – Planificá tus tiempos. Si siempre se te hace tarde, pensá cómo estás distribuyendo realmente tu tiempo. Supongamos que te toma 40 minutos llegar al trabajo o al aeropuerto. ¿Te vas a tiempo de tu casa? Podrás eliminar algo de estrés en tu vida simplemente siendo más realista.
2 – Si no podés eliminar el estrés, tratá de desconectarte brevemente. Escabullite de vez en cuando y buscá un poco de tiempo para vos. En estos momentos de calma podés encontrar una perspectiva nueva sobre tus problemas.
3 – Evitá los accesorios tecnológicos innecesarios. Dispositivos como smartphones o tablets, habitualmente nos llevan acumular una gran cantidad de actividades en el día. Tené en cuenta que cuidar los equipos y mantenerlos en buenas condiciones puede resultar estresante también.
4 – Hacé solo una cosa a la vez. Por ejemplo, si estás haciendo ejercicio, apagá tu celular y dedicate por completo a disfrutar de la experiencia.
5 – Cada tanto, no hagas nada. Recostate un rato, tomate un respiro y desconectate.
6 – Probá con un bocadillo. Tené siempre a mano un paquete de algún snack no perecedero (probá con barras proteicas, frutas disecadas y nueces, jugos envasados o pretzels). Pasar varias horas sin comer puede reducir tus niveles de azúcar en sangre y probablemente esto termine aumentando el estrés.
7 – Elongá. Esto es especialmente importante si pasás largos períodos sentado. Intentá levantar las piernas y estirarlas durante 30 segundos. Este movimiento reduce el riesgo de que se formen coágulos de sangre por estar mucho tiempo sentado en la misma posición. Otro ejercicio muy útil es colocar un brazo detrás del cuello y estirarlo mientras lo sostenés desde el codo con el brazo opuesto. Cambiá de lado y hacelo otra vez.
8 – Nunca pierdas la perspectiva. A veces el estrés puede sobrepasarte, pero los problemas no son siempre tan grandes como parecen. Para no olvidarlo, tené a mano una imagen de la tierra vista desde el espacio o de una noche estrellada sobre el océano y contemplala cada vez que te sientas abrumado. En medio de esa infinita cantidad de estrellas y de las olas rompiendo en la costa más allá del tiempo, ¿es realmente tan importante esa fecha de entrega?
