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Cuando los juguetes atacan

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Aunque inofensivos, pueden volverse peligrosos cuando los adultos los usan mal.

Faltaban solo días para Navidad y David Payne, empleado público, daba la bienvenida a unos amigos, John Dobbin y su familia, que venían de Sydney para compartir las fiestas con el. Jack, el hijo de John, llevaba su adorada patineta. “Pensé en impresionar a Jack mostrándole que sabía cómo usarla, aun cuando soy mayor”, dice David.

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Así, se subió a la patineta con entusiasmo, pero no llegó ni siquiera a recorrer tres metros: las ruedas se le fueron para adelante y el hombre cayó estrepitosamente sobre su trasero y su cadera. David pasó la tarde bebiendo y comiendo como si nada hubiera ocurrido, pero tras varias horas sentado se dio cuenta de que no podía ponerse de pie. Una visita al hospital reveló que, por suerte, no se había fracturado ningún hueso. Sin embargo, el hematoma de su cadera era tan grave que tuvo que pasar los tres siguientes días en una silla de ruedas.

La situación le trajo recuerdos al padre de Jack, John Dobbin, quien varios años antes se había accidentado mientras manejaba la motoneta de su hijo, luego de haber bebido algunas copas de más. Aquel percance le costó una sutura en la frente y una fractura en el codo.

“Creo que ambos hemos aprendido que, cuando nos hacemos un poco mayores, las caídas son mucho más fuertes que cuando éramos jóvenes; tomamos más impulso, pesamos más y nuestro cuerpo no es tan resistente”, dice John, hoy de 48 años.

Para recordar viejas épocas, impresionar a sus hijos o hacerse los graciosos, muchos adultos suelen hacer cosas tontas que pueden causar risa. Pero, bromas aparte, lo cierto es que estas personas corren serios riesgos de lesionarse si no toman las medidas correctas de seguridad cuando juegan.

Según el doctor Juan Carlos de la Fuente Zuno, director del Hospital de Traumatología y Ortopedia Lomas Verdes, de la Ciudad de México, los juguetes con los que los adultos se accidentan más frecuentemente son los mecánicos: bicicletas, triciclos, patines, aquellos con ruedas fundamentalmente. Pero otros especialistas reportan incluso lesiones con camas elásticas o hasta con las consolas de video. “La mayoría de las lesiones son provocadas por las caídas”, subraya el doctor Moisés Hernández León, presidente de la Federación Mexicana de Quiropráctica Deportiva. “Lo más frecuente son las lesiones de espalda baja, esguinces de la pelvis, fracturas y esguinces de muñeca, cuello, hombros o rodilla”.

Los especialistas coinciden en que son los varones quienes sufren más lesiones y éstas son más frecuentes en vacaciones. Muchas veces, los accidentes ocurren por no usar el equipo de protección adecuado o por no seguir las instrucciones. 

¿Está bien que los adultos jueguen con los juguetes de sus hijos?

El experto en seguridad de los juguetes Richard Hayman dice que las normas y la información de seguridad para los juguetes se aplican sólo a los usuarios menores de 14 años. Cualquiera que sea mayor debe entender los riesgos y tomar las precauciones apropiadas. Motonetas, patinetas y camas elásticas no suelen categorizarse como juguetes, sino como equipo deportivoSiempre llevan advertencias de seguridad, que se aplican a todos.

Pero las lesiones no siempre se deben a que los adultos olvidan obedecer las reglas de seguridad que imponen a sus hijos. A veces, nuestros cuerpos adultos sencillamente no están hechos para soportar la tensión que les impone jugar como un chico. Los adultos no solo son, en general, menos ágiles y menos aptos para este tipo de actividades que sus hijos, sino que su centro de gravedad es muy distinto. Los niños suelen equilibrarse mucho mejor porque su centro de gravedad es muy bajo. Además de ser menos estables, los adultos suelen tener más miedo que los chicos. Cuando se enfrentan a una colisión potencial se paralizan, lo que muchas veces agrava las lesiones.

Y si sufren una caída, los adultos se pueden lastimar más gravemente que los niños. Las articulaciones de éstos son elásticas y flexibles, pero cuando el cuerpo deja de crecer, alrededor de los 22 años, gradualmente se endurecen, se hacen más rígidas y se tornan quebradizas. Los cuerpos más viejos también tienen menos capacidad de regenerarse debido, en parte, a los cambios físicos que ocurren después de un parto en las mujeres, o a la baja de la concentración de testosterona en los varones.

El quiropráctico de Victoria Simon Floreani, quien es presidente nacional de la Asociación de Quiroprácticos de Australia, dice que las mujeres muchas veces se lesionan al hacer gimnasia, ejecutar volteretas laterales u otras actividades intensas en las que una vez sobresalían, mientras que los hombres suelen tratar de impresionar a sus hijos.

Uno de esos padres que son guerreros de fin de semana, Matt Cumming, de 34 años, podría ser la única persona de Australia que se dislocó el hombro mientras arrojaba piedras para que hicieran saltitos en el agua. “Quería demostrarle a Zed que era el mejor tirador de piedras de todo el universo, y me saqué casi todo el hombro de su fosa. Sencillamente se me salió”, recuerda.

Mi rodilla Wii

Luego tenemos la gran cantidad de lesiones modernas: personas que se lesionan jugando en las consolas de videojuegos como Nintendo y Wii. Este fenómeno se ha vuelto tan común que se ha dado en llamar “nintendonitis” o “rodilla Wii” a las lesiones relacionadas con los juegos electrónicos. “Las personas suelen lesionarse de maneras tontas. Se tropiezan con muebles o golpean a su compañero en la cara cuando mandan un revés”, dice el profesor Darren Rivett, vocero de la Asociación Australiana de Fisioterapia.

Las lesiones reportadas comprenden fracturas, dislocaciones, esguinces y conmociones cerebrales cuando las personas chocan con muebles o se tropiezan con animales pequeños o niños al realizar esfuerzos en sus salas suburbanas. En un caso, un hombre que jugaba al tenis virtual se torció el cuello y, con el control remoto, le dejó un ojo morado a su compañero.

Ser precavido ¿Cómo evitar el dolor causado por el juego?

Sólo debe emprender actividades y ejercicios que su cuerpo esté acondicionado para realizar. “Necesita preparar su cuerpo ensayando lo que va a hacer. No olvide que el cuerpo que tenía a los veintitantos años es sumamente diferente del que tiene a los 30 o los 40”, dice Floreani. La prevención es mejor que la cura.

Jugar con los hijos debe ser una gran oportunidad de enseñarles con el ejemplo que no se puede usar la motoneta o la patineta sin el equipo de seguridad necesario que, incluso, viene anexado al momento de comprar el juguete. Ésta es la dura lección que aprendió Peter McCrindle, de 42 años y padre de tres hijos.

Un día de Año Nuevo llevó a su hijo James, de siete años, a dar una vuelta en su nueva patineta RipStik. Peter se deslizaba bien, como los viejos tiempos, pero James quedó bastante impresionado cuando las ruedas salieron disparadas y su padre cayó hacia delante sobre sus manos extendidas. Peter pasó el resto del día en la sala de urgencias. Fue atendido por una muñeca fracturada, la derecha, y una avulsión (donde el ligamento se separa del hueso) de la muñeca izquierda.

“Las lesiones significaron que no podía seguir adiestrándome en el atletismo y afectaron mi capacidad de trabajo durante cuatro meses mientras tuve el yeso —dice Peter—. Yo tenía experiencia en deslizarme en el Rip-Stick. El único error que cometí fue no estar adecuadamente protegido. He aprendido la lección”.

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