Seguramente alguna vez vio un murciélago cabeza abajo colgando de la rama de un árbol. ¿Están cómodos? Entérese a continuación.
¿Por qué los murciélagos descansan cabeza abajo?
Los murciélagos son un poco excéntricos. Son los únicos mamíferos que vuelan. Por la noche, revolotean por ahí, engullendo insectos surtidos para cenar, y durante el día, la mayoría de las especies de murciélagos se toman un descanso, sólo que cabeza abajo.
¿Cómo hacen para no caerse?
El elemento clave que permite a los murciélagos posarse cabeza abajo es su musculatura especializada. Cuando las personas tratamos de aferrarnos a algo con las manos, por ejemplo, colgando de una barra horizontal, apretamos los músculos, haciendo un esfuerzo para mantener las manos y las muñecas trabadas, y también forzamos los hombros y los brazos. Para los murciélagos, la situación es casi opuesta. Cuando un murciélago encuentra un lugar adecuado para descansar, extiende las patas y se sostiene con las garras; no aprieta los músculos, sino que los relaja. El peso de la parte superior del cuerpo mantiene las garras trabadas, de modo que un murciélago no requiere más energía para colgarse que nosotros para sentarnos en una reposera.
Esa falta de esfuerzo para permanecer colgados les permite a los murciélagos disfrutar de una forma de hibernación conocida como “torpor”. Durante ese estado, que los murciélagos pueden inducir a voluntad, la temperatura corporal y la presión sanguínea disminuyen, y el murciélago apenas se mueve. En los climas muy fríos, los murciélagos pueden entrar en una fase de hibernación total, durmiendo plácidamente cabeza abajo todo el tiempo.
¿Por qué la naturaleza los preparó para dormir así?
- Las patas de los murciélagos son débiles. A cambio de su destreza única para el vuelo, la madre naturaleza los hizo cargar con patas inusitadamente débiles, con huesos livianos y delgados. Esas extremidades livianas les permiten volar más rápido, pero disminuyen su capacidad de estar parados, caminar o soportar su propio peso para posarse en una vara, como los pájaros.
- Estar cabeza abajo mejora la posibilidad de salir volando. Si bien los murciélagos son máquinas de volar eficientes una vez que están en el aire, sus alas no son tan fuertes como para permitirles despegar desde el suelo, como lo hacen los pájaros. Si un murciélago fuera atacado por un depredador, esa posición de dormir colgado le permitirá escapar rápidamente, incluso si estuviera en estado de torpor, simplemente dejándose caer de su lugar de reposo. Algunos estudiosos piensan que en cierto momento de su evolución, los murciélagos pueden haber sido planeadores más que voladores, porque su patrón de despegue se ajusta al de un animal que no vuela.
- Los depredadores se ven frustrados. Entre los depredadores de los murciélagos se cuentan las lechuzas, los halcones, las serpientes, los mapaches y, en muchos lugares, los seres humanos. Los murciélagos evaden a muchos depredadores por el simple hecho de estar activos cuando sus enemigos duermen. Pero el descansar colgados les brinda a los murciélagos la oportunidad de hallar lugares de descanso sin interés para los predadores, o inalcanzables, como los techos de las cavernas o los cielorasos de altillos y graneros.