Nos han fascinado desde siempre: como compañía doméstica, envidiando su vuelo o deleitándonos con sus exóticas plumas. Conozca más sobre las aves.
Es momento de conocer más sobre quienes iluminan nuestros días y cantan para comunicarse entre ellas pero también para alegrarnos.
¿Los pájaros sienten el calor?
Si, pero no transpiran: las aves no poseen glándulas sudoríparas. Pero sí cuentan con muchos métodos para
refrescarse. Las aves son de sangre caliente, igual que nosotros, y su
temperatura corporal normal es, en realidad, algo más elevada que la nuestra.
Aunque tal vez nunca los escuchó, los pájaros también jadean, como hacen los
perros, y de ese modo liberan calor para mantenerse frescos. Y cuando separan
las plumas, no es sólo para llamar la atención; separar las plumas hace
circular aire cerca de la piel, de modo que tiene lugar una mayor evaporación.
Esas son las dos maneras más comunes en que las aves eliminan el calor
excesivo. Los pájaros son tan activos y queman tantas calorías cuando vuelan en
busca de alimento que su lucha para mantener la temperatura
adecuada es constante.
¿Las aves migratorias sufren de jet
lag?
No, según
parece, las aves no sufren de jet lag. Las aves migratorias viajan sin cruzar
ningún cambio de hora. El veterinario Robert B. Altman calcula que si se
trasladara a un pájaro en un avión que va de Este a Oeste, el ave podría sentir
el jet lag. Pero las aves, a diferencia de los seres humanos, no tratan de
llegar de Nueva York a Australia en un día. Algunos viajes migratorios duran
semanas. Los pájaros no ponen a prueba su límite físico a menos que sea
necesario. Si están cansados, dejan de volar y duermen, mientras que
su contraparte humana, el pasajero de avión, no tiene más opción que mantenerse
despierto con los alaridos de un bebé o con la única película que toda la vida
trató de evitar. Los seres humanos son particularmente más sensibles al jet lag
cuando viajan de noche. En general, las migraciones no trastornan el patrón
natural de sueño de las aves; duermen cuando está oscuro y se despiertan cuando
hay luz. En los aviones, las personas sólo se quedan dormidas justo antes de
que ofrezcan el servicio de comida o de que el capitán anuncie las maravillas
naturales que pueden verse.
¿Por qué algunos pájaros caminan
y otros dan saltitos?
Las aves
están entre los pocos vertebrados conformados tanto para caminar como para
volar. Desde el punto de vista fisiológico, volar es mucho más exigente para el
cuerpo que caminar. Por lo general, un ave que no tema ser atacada por
depredadores en su hábitat natural, con el tiempo, dejará de volar. En Nueva
Zelanda, una isla con pocos predadores, hay cormoranes que no vuelan,
somormujos, chochines, e incluso un loro-lechuza (el kakapo) que no vuela. Así
lo expresa Joel Carl Welty en The Life of Birds (La vida de las aves): ¿Para
qué mantener unas alas espléndidas si las patas pueden hacer un buen trabajo?
Ese principio explica muy bien por qué las aves que son buenas corredoras
vuelan muy poco o nunca vuelan, y algunos de los mejores voladores, como el
vencejo, el colibrí y la golondrina, son casi inútiles con las patas. Hay más
pájaros que saltan que caminadores. Es característico que las aves que caminan
o corren posean patas largas y habiten en amplios espacios abiertos.