Se acerca un nuevo invierno y la estufa puede ser una excelente compañera. Sin embargo, tenga en cuenta estas medidas de cuidado con respecto a su uso correcto
Antes de encender por primera vez la estufa de leño en la temporada:
- Asegúrese de que la chimenea
esté abierta o su casa se llenará de
humo. - Coloque bollos de periódico en la
base de la rejilla. - Sobre estos, coloque maderitas
finas entrecruzadas para que pueda
circular el aire. Cuantas más maderitas pueda conseguir mejor. - Coloque dos troncos pequeños
sobre las maderitas, como formando
una carpa y sin desarmar la base
que formó. - Las maderas duras como el roble
calientan más y por más tiempo que
las maderas blandas como el pino. - Prenda un fósforo y acérquelo
a los periódicos. Cuando el fuego
se establezca, añada troncos más
grandes.
¡Precaución! Evite envenenamiento por monóxido de carbono
El monóxido de carbono (CO) insípido, incoloro, inodoro y venenoso es una causa importante de
daño cerebral y muerte. Además de los gases de los vehículos, los orígenes
comunes en el hogar incluyen calderas defectuosas, aparatos y radiadores,
conductos y chimeneas bloqueadas.
Los síntomas del envenenamiento suave de CO son similares a los de la gripe
o al envenenamiento con comida:
• dolor de cabeza
• náuseas
• dolor abdominal
y mareo, falta de aire y tos (aunque sin fiebre).
El envenenamiento más severo provoca un ritmo cardíaco acelerado e irregular, hiperventilación (respiración rápida), confusión, somnolencia, problemas respiratorios, ataques, dolor
de tórax, torpeza e inconciencia.
Si usted, sus compañeros de trabajo, su familia o sus mascotas, sufren alguno
de estos síntomas, llévelos al aire libre y llame al la línea telefónica del Servicio de emergencias de gas para que verifiquen las premisas de los posibles
orígenes de la fuga. Quien haya mostrado alguno de los síntomas descritos
arriba deberá ser revisado con urgencia por un médico o en el hospital.