Seguramente usted sea un experto en elegir los cortes de carne o la madera para encender el fuego. ¿Se anima a corroborar si está en lo cierto?
¿Por qué la madera “explota” cuando
se la prende fuego?
La madera explota cuando sela prende fuego porque dentro de ella existen pequeñas bolsas de savia, brea (resina) u otras sustancias volátiles. A medida que la superficie de la madera se calienta y se quema, el calor se transfiere a la savia o brea que están en el interior de la madera. Primero, la savia o brea se licua, luego se evapora a medida que la temperatura aumenta. Los gases se expanden con rapidez cuando se los calienta y ejercen una presión tremenda en las paredes de la bolsita de brea. Cuando la temperatura aumenta lo suficiente, las paredes de la bolsita explotan y se escucha el sonido característico.
¿Por qué el fuego crepita?
Por supuesto que las “explosiones” están relacionadas con los “chisporroteos”. John Pitcher, del Consejo de Investigación sobre Madera Dura, explica que cuanto más grande es la bolsa de savia o brea de la madera, más grande será la explosión; sin embargo, si hay bolsas pequeñas pero en gran cantidad, la madera va a crujir. La razón por la que la mayoría de las fogatas crepitan cuando recién se las enciende es que los palitos más pequeños —que se utilizan para encender el fuego— se calientan con rapidez. El calor penetra en las bolsas de savia del interior y crepitan de inmediato. Los pedazos de madera grandes se queman con mucha mayor lentitud, lo que origina menos cantidad de explosiones, en forma intermitente, pero fuertes.
¿Cuál es la mejor madera para el asado?
Para cualquier “aspirante” a conocedor —y perdón por la expresión— de la acústica de la madera, Pitcher ha facilitado una guía del consumidor: hay diferencias distintivas en las características de las explosiones de las maderas. Primera en la lista de explosiones se encuentra la madera de alerce. La mayoría de las coníferas explotan enseguida. Por otra parte, las maderas duras —como el fresno, el olmo y el roble— tienden a quemarse con menos ruido, con sólo una ocasional explosión tenue y delicada. Se podría decir que las maderas duras liberan discretamente sus vapores en vez de explotar ruidosamente.