Estos consejos prácticos pueden mantenerte a salvo de los asaltantes.
Hacé pelear a los atracadores
Aunque los índices delictivos llegan a disminuir durante algunos períodos, el número de robos a personas —asaltos en la calle, hurtos de carteras y otros despojos— se mantiene constante o tiende a aumentar. A continuación te decimos cómo podés evitar convertirte en una víctima más.
- Los arrebatos de teléfonos celulares por parte de sujetos que corren o pasan en bicicleta o en moto son comunes. Para esos ladrones es más fácil cometer su fechoría si estás distraído cuando se te acercan. Por eso, al bajar de un colectivo o un taxi, mirá a tu alrededor y esperá un par de minutos antes de usar el celular.
- No les facilites la tarea a los ladrones llevando todos tus objetos de valor en un solo sitio. Guardá tu tarjeta de crédito en un bolsillo, el dinero en otro, las llaves en el bolso o portafolio y, de ser posible, no cargues con todas tus tarjetas.
- Usá camuflaje. Un estudiante del DAC inventó la PowerPizza (se vende en humanbeans.net), una bolsa para laptop que parece una caja de pizza. “La diseñó como una broma, pero ha vendido 15.000 unidades”, comenta Gamman. “Otro estudiante diseñó un estuche que parece un diario”. Póngase creativo y piense en otro camuflaje. ¡Nunca lleves una laptop en su funda por la calle!
- Hacé un bolsillo en tu ropa interior; a ningún ladrón se va a ocurrir que llevás algo ahí. “Siempre he querido diseñar un corpiño con bolsillos, pero todavía no me he puesto a hacerlo”, señala Gamman.
- Pensá en una estrategia para no tener que estar siempre vigilante. Una técnica común de los ladrones de bolsos es apartarlos con el pie del sitio donde los pone la gente; por ejemplo, debajo de la mesa en un bar. Recordá enredar la correa alrededor de la pata de la silla o alrededor de tu pie; mejor aun, usá un candado de cable o un gancho portabolsos.
- Pasá inadvertido donde te encuentres, aconseja Simon Hall, corresponsal de la BBC y autor de novelas policiales. Si usás un reloj costoso y visitás una zona peligrosa de la ciudad, ponete un abrigo viejo. No es difícil esconder las joyas. Si llevás un anillo de brillantes, giralo una vuelta en tu dedo para que las piedras queden ocultas.
- Cuando uses un cajero automático, cubrí tu mano con la otra mientras tecleás tu número de identificación personal (PIN en inglés). Un estudiante del DAC utilizó una cámara con zoom para conocer el PIN de cuatro usuarios de un cajero automático en tan solo una hora. “Los ladrones también usan cámaras”, advierte Gamman.
Convertí tu casa en una fortaleza
Los robos en hogares ocurren todos los días. Por suerte, hay medidas sencillas y baratas que podés tomar para protegerte contra este delito.
- ¿Sos cuidadoso en cuestiones de seguridad doméstica? Muchos robos son propiciados por dejar puertas o ventanas sin cerrar. Para acordarse de hacer las revisiones básicas en la casa antes de salir o de acostarse, pegá una nota en la parte interior de la puerta principal.
- Pensá como un ladrón. “Los robos narrados en los libros son muy elaborados e ingeniosos; por eso se venden tantos libros”, dice Simon Hall. “Pero la mayoría de los atracos en casas son muy vulgares y obvios”. Por lo general los ladrones necesitan dinero (para comprar drogas, alcohol o comida) y buscan formas de obtenerlo rápidamente. Así que pensá que vos sos uno de ellos. Recorré tu calle y observá a las otras casas. ¿En cuántas podrías entrar fácilmente? ¿Cuántas tienen ventanas abiertas? Comparalas con la tuya. Si podés hacer que tu casa parezca más segura que las de los vecinos, será menos atractiva para los rateros.
- Las cerraduras de ventana con llave removible son mucho mejores que los cerrojos de pestillo. “Los ladrones prefieren romper una ventana, meter la mano y abrirla para pasar por ella a tener que meterse a través de los vidrios rotos”, señala Hall.
- Instalá un sistema de alarma real (los ladrones pueden distinguir una caja de alarma falsa) y lámparas de seguridad en sitios altos para que los intrusos no puedan romperlas. Si la casa tiene una puerta que da al patio trasero, mantenela cerrada; si la dejás entreabierta envía la señal de que no le importa la seguridad.
- Quizá le parezca infantil, pero unos cactus bien ubicados —debajo de las ventanas, por ejemplo— pueden disuadir a los ladrones. No instales alambre de púas ni otras barreras peligrosas, ya que eso implica que vale la pena robar su casa.
- Mantené podados los arbustos para que pueda verse el jardín desde la calle. Algunas personas creen que los arbustos altos sirven de protección, pero si hay alguna forma factible de introducirse a un jardín, un ladrón la encontrará; además, los rateros prefieren “trabajar” en privado.
- Cuidá lo que decís en las redes sociales. Hall advierte: “Si escribís en Facebook ‘Me voy a ir de vacaciones a la playa y estoy feliz’, estás diciendo ‘Estimados ladrones: en mi casa no habrá nadie durante una semana’. Existen delincuentes que navegan en esos sitios web; a menudo son sujetos que ya han estado en prisión y quieren reducir los riesgos”.
- Si no tenés una caja fuerte, ponete a pensar en qué sitios de la casa podrías guardar los objetos valiosos. “Un ladrón no querrá pasar mucho tiempo en su casa”, señala Hall. “Yo coleccionaba discos de vinilo. Como contaba con un ahorro en efectivo para atender emergencias, metía los billetes en algunas de las fundas de los 500 discos que tenía en mis estantes. ¿Creés que un ladrón podría encontrarlos?” Los rateros revisan los roperos de los dormitorios y los floreros, al igual que el cajón de los cubiertos.
- Como los maleantes son reiterativos, tratarán de robar dos veces una casa si saben que es vulnerable. Una encuesta realizada en el Reino Unido reveló que 2,1 por ciento de los hogares había sido atracado más de una vez durante el último año. Daisy Darby, una asistente de exhibiciones de 27 años, sufrió el robo del departamento que alquilaba en Londres: el ladrón entró por una ventana abierta y se llevó varios iPod. Cuando la policía acudió a tomar huellas digitales, notó que había restos de polvo para imprimir huellas en la parte superior del ropero propiedad del arrendador. Si alquilás una casa y descubrís huellas delatoras en los muebles o si sabés que hubo otros robos en esa vivienda, pensá en cómo reforzar su seguridad. Después de un atraco, cambiá las cerraduras.
Rompé el ciclo de la delincuencia
El robo de bicicletas también es muy frecuente. Evitá que los ladrones se lleven la tuya.
- Invertí en dos candados para bicicleta. Las pruebas indican que los candados en U son más eficaces, aunque conviene combinar uno de ellos con una cadena, ya que un ladrón quizá solo lleve herramientas para romper uno de los dos. Usar dos candados también evita que el delincuente haga rotar la bicicleta para romper el candado o el tubo al que se ancla.
- Asegurá la bicicleta a un poste fijo en un lugar transitado, y no la dejes todos los días en el mismo lugar. Con cada candado sujetá el tubo inferior del cuadro y una de las ruedas. Cerciorate de no dejar mucho espacio entre los candados y la bicicleta, ya que un ladrón podría insertar una palanca en esos huecos. Tampoco dejes que los candados queden apoyados en el suelo; así, un ratero podría romperlos fácilmente con un martillo.
- Hacé que tu bicicleta resulte menos atractiva para los ladrones. No le pongas accesorios ni adornos llamativos o costosos, y pintala de colores opacos.
- Si dejás la bicicleta asegurada con candados y al volver encontrás un neumático reventado, desatá la bicicleta y llevala lejos de allí. Tal vez la haya visto un ladrón que no llevaba consigo sus herramientas y que reventó el neumático para ganar tiempo e ir por ellas, mientras buscás un taller de reparación de bicicletas para arreglar el neumático.
- ¿El asiento de tu bicicleta es costoso? Protejelo con un candado especial para asientos; si no lo hacés, cualquiera que tenga una llave Allen podría llevárselo.
