Si piensa al ahorro como la capacidad de disfrutar de más tiempo libre, quizás esté dispuesto a hacer estos sacrificios…
Si nos ponemos técnicos, el ahorro sería la parte de los ingresos que no se destinan a los gastos habituales del mes en curso. Y ese dinero cumple la función de ser una reserva para futuros gastos. El éxito del ahorro se ve con el paso del tiempo porque para que sea significativo tiene que ser una conducta a lo largo del tiempo y no algo que hacemos solo por un objetivo concreto como puede ser realizar un viaje.
Si analizamos el origen de la palabra ahorro, vemos una relación directa entre el ahorro y la libertad. Y si pensamos en el ahorro que conocemos hoy en día podemos observar que esa relación se mantiene. ¿Por qué? Porque la libertad financiera es un estado financiero en el que mediante una combinación de ahorro e ingresos pasivos, se convierte en una persona libre que puede decidir qué hacer con su tiempo. Así que cada vez que dude sobre si tener que ahorrar, piense que el ahorro es la llave para la libertad financiera y con ella podrá dedicar su tiempo a lo que más le guste sin tener que realizar actividades por obligación para recibir ingresos.
Así como una caminata no se puede hacer sin dar un primer paso, la libertad financiera no se puede conseguir con un único monto de dinero. La clave para alcanzar la libertad financiera es mantener la capacidad de ahorro de manera regular durante un período de tiempo. Y, como en el caso de la caminata, esta va a ser más larga y permitirá llegar más lejos, mientras más pasos se vayan dando, en el caso de la libertad financiera, llegaremos más lejos, si durante más tiempo guardamos una cantidad de dinero determinada para ahorrar e invertir.