Era típico de las vacaciones estar con sus amigos y animarse a probar suerte con la famosa máquina de peluches.
Podía hasta apostar para ver quién de sus amigos sería el domador de la garra y finalmente llevarte el premio (el más fabuloso peluche) a casa. Seguramente, llegó a frustrarse y hasta enojarse, por la cantidad de intentos fallidos al querer sacar el peluche. Por eso, hoy le contamos que es momento de dejar esa frustración atrás, porque lo más probable es que no se haya tratado de un golpe de mala suerte o falta de habilidad.
Lo que los peluches no quieren que usted se entere:
Es muy probable que en algún momento de la vida haya jugado con una de esas grúas que agarran peluches, esperando ganar el juguete de sus sueños. Pero, a pesar de su habilidad perfecta para colocar el gancho encima del juguete y activar el botón para atraparlo, ¿notó que las pinzas no lo agarran con suficiente fuerza?
No es su imaginación. Las máquinas que sacan peluches están manipuladas, pero de una manera muy inteligente y no como la mayoría de la gente sospecha.
Algunas personas piensan que este juego es difícil de ganar porque los peluches están muy juntos entre sí, lo que hace difícil atraparlos. Pero la razón más importante es todavía más tramposa: el aparato está programado para agarrar con fuerza el peluche pero por poco tiempo.
Esta información no es un secreto; está disponible públicamente en los mismos manuales de instrucción de las máquinas. Por ejemplo, en el manual de la “máquina-grúa avanzada” del modelo Black Tie Toys, en la página ocho, bajo el subtítulo “fuerza de la garra”.
El dueño de la máquina: peluches a pura garra
Así, el dueño de la máquina puede modificar la fuerza de la garra, de manera que el gancho agarre con firmeza solo una parte del tiempo que la gente juega con ella.
También se puede ajustar manualmente la “habilidad de la caída”. Esto quiere decir que, luego de una cantidad determinada de intentos, la garra deja caer el premio que está agarrando antes de que llegue a sus manos. El aparato también permite ajustar el margen de ganancia esperado y manipular automáticamente la fuerza de la garra para asegurarse que los jugadores ganen solo una determinada cantidad de veces.
Esto no es particular de una máquina o de una compañía, sino que es la práctica estándar dentro de la industria.
¿Quiere ganarse el juguete más preciado?
El manual de instrucciones de la máquina muestra que probablemente tenga que jugar muchas veces para lograrlo. El dueño puede programar con cuánta frecuencia la garra es fuerte o débil, es decir, si tiene mucha o poca energía (basado en el voltaje mandado a la garra).
La gran decisión para los dueños de estas máquinas es cuán justo o injusto quieren que sea el juego. Pueden ajustar la máquina para que la garra opere con suficiente energía en uno de cada 23 intentos. En teoría, esto arrojaría un 50 por ciento de ganancia (la máquina tiene una manera de asegurarse esto: si un jugador gana con una “garra débil”, la máquina puede esperar aún más tiempo para enviar más energía a la garra).
Pero los dueños deben ser cuidadosos: nadie quiere jugar en una máquina que parece que nunca funciona. Por eso, quizás quieran aceptar menos ganancias a corto plazo y dejar que la garra “sea fuerte” con más frecuencia, dándole a la máquina una mejor reputación. ¡Ese es el truco!
De todas maneras, para el jugador no hay manera de saber con anterioridad cuán fuerte o débil es la garra de una máquina de peluches.