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Pruebe cambiar estos hábitos para llevar una vida más feliz

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Estos errores son los que cometemos a diario pero no se preocupe, tiene solución.

Por la mañana

  • Programar la alarma para despertarse en la fase No MOR (Movimiento Ocular Rápido). Los humanos dormimos en ciclos de cuatro etapas. Despertar en medio en uno de los tres denominados No MOR (en especial en el llamado N3, el momento de sueño más profundo) lo deja aletargado y algo confuso; pero si lo hace durante la de sueño ligero (MOR), se sentirá como nuevo.
  • Ducharse en silencio. ¿La música lo estremece? Es su cerebro que se premia con dopamina, de la misma manera que reacciona al comer papas fritas o enamorarse. Así que ponga su canción favorita, cante (se ha demostrado que la respiración profunda asociada a esta actividad mejora la salud cardíaca) y enjabónese. 
  • Vestirse como todos. Si bien es importante que su ropa se adecue a su trabajo, un estudio mostró que agregar un elemento excéntrico, como zapatillas rojas de marca, a un atuendo tradicional puede hacer que se vea más competente porque parecerá único.
  • Guardar su vestido favorito para una ocasión especial. Según una investigación británica, usar la ropa que más le gusta cuando quiera podría mejorar su estado de ánimo.
  • Dejar comida en la mesa. Sea lo que come y coma lo que vea, señala un estudio publicado en Health Education & Behavior. Quienes mantienen a la vista alimentos como cereales y galletitas suelen pesar más que los que guardan sus golosinas. Por otro lado, tener alimentos saludables a la vista se correlaciona con la delgadez.

 En el trabajo

  • Ir en “piloto automático” durante su viaje hacia él. Una encuesta hecha por la Universidad Harvard a más de 2.000 personas descubrió que somos más propensos a ser infelices cuando nuestras mentes divagan que cuando estamos concentrados.
  • Revisar constantemente el correo electrónico. Cierre su buzón de entrada ya mismo: en un estudio en el que se pidió a los empleados que revisaran su correo solo tres veces al día o con la mayor frecuencia posible, el primer grupo sintió tanta reducción de estrés como quienes usan técnicas de relajación como respiración profunda o visualizar un lugar feliz.
  • Ignorar la planta en su escritorio (o no tenerla). Los científicos han descubierto que los empleados que tienen flores o plantas en sus escritorios son más productivos que los que no tienen. Incluso descubrieron que las personas rodeadas de plantas se desempeñaron mejor en tareas que implican memoria y atención.
  • Evitar a su madre. Una investigación de la Universidad de Wisconsin mostró que los participantes expuestos a una situación estresante (hablar y resolver problemas matemáticos frente al público) mostraron una clara disminución de las hormonas del estrés y un aumento de la oxitocina, hormona de la felicidad, cuando hablaron por teléfono con sus mamás inmediatamente después.
  • No terminar su botella de agua. De acuerdo con investigaciones hechas en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, en Chicago, basta aumentar su consumo diario de agua en una taza para reducir su ingesta calórica, así como la de grasas saturadas, azúcar y sodio.
  • Tomar su descanso en la oficina. Mejor salga a caminar: su cintura lo agradecerá. Investigadores de la Northwestern University hallaron que quienes reciben la mayor parte de su luz solar antes del mediodía tienen menor índice de masa corporal que los que lo hacen más tarde.
  • Bajar la cabeza para ver el celular. La cabeza promedio pesa de 4,5 a 5,5 kilos, pero agacharla y dejarla colgando para ver su teléfono equivale a poner 27 kilos de tensión en el cuello, revela un estudio publicado en Surgical Technology International. Solución: alinee el teléfono a los ojos o, más fácil, déjelo guardado en su bolsillo.
  • Comer en su escritorio. Almorzar frente a la computadora es una mala idea por muchas razones: las investigaciones indican que suele comer más y menos saludable, a perderse de la camaradería y estar más propenso al bloqueo creativo. Mejor, salga afuera. En un estudio reciente, los trabajadores que pasearon 30 minutos tres veces por semana se sintieron más motivados (y menos estresados) tras hacerlo.

Noches y fines de semana

  • Negarse a siquiera pensar en ejercitarse. Científicos de la Universidad de New Hampshire descubrieron que recordar una experiencia de ejercicio pasada puede hacer que se ponga en acción. Incluso aquellos participantes que se centraron en recuerdos negativos fueron al gimnasio con más frecuencia que quienes que no recordaron nada.
  • Transpirar solo. Quienes se ejercitan con un compañero lo hacen más a menudo que los que entrenan solos, especialmente si ese amigo les da apoyo emocional.
  • Pagar en efectivo. Una buena tarjeta de crédito que devuelva efectivo puede ahorrarle mucho dinero. Existen plásticos que se reembolsan un tres por ciento cuando compra comestibles, hasta cierto límite. Solo recuerde pagar el saldo de su tarjeta cada mes o perderá los beneficios.
  • Meter los auriculares en el bolsillo. La teoría de que el universo tiende hacia el caos debería ser sagrada para cualquiera que haya intentado desenredar un par de auriculares. Intente este truco antinudos: enrédese el cordón en la mano hasta que no queden cables colgando, luego asegúrelo con un alambre plástico para formar un ocho compacto.
  • No tomar la siesta. Científicos de Harvard estudiaron a más de 23.000 sujetos por seis años y hallaron que quienes dormían una siesta de 30 minutos tuvieron un 37 por ciento menos probabilidades de morir por cardiopatías que los que no lo hacían.
  • Comprar todo orgánico. Según la lista Clean Fifteen hecha por el Environmental Working Group, la palta, el maíz dulce, ananá, arvejas y repollo congelados no orgánicos muestran poco o ningún contenido de plaguicidas. Mejor compre versiones orgánicas de alimentos con más insecticida, como frutillas y manzanas.
  • Terminar el día con Facebook. La investigación muestra que debe dejar de usar la computadora mucho antes de la hora de acostarse; de lo contrario, podría tardar más en dormirse e incluso producir menos melatonina, hormona que induce el sueño. (Esto también incluye televisión, tabletas y teléfonos).
  • Discutir de pie. ¿Una silla acolchada puede amortiguar los golpes verbales? Según expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad Harvard y la Universidad Yale, sentarse sobre superficies blandas realmente hace a las personas más flexibles y complacientes. 
  • Usar cualquier piyama. La Academia Americana de Medicina del Sueño nos recuerda que la temperatura corporal disminuye naturalmente al dormir. Usar piyamas demasiado abrigados o demasiado ligeros podría interrumpir su ciclo de sueño al alterar este proceso natural. Igual ocurre con las frazadas.
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