Se habla mucho del «impuesto rosa» a los productos femeninos. ¿Hay realmente diferencias entre las rasuradoras suyas y las de su cónyuge?
La investigación sobre ese tema, que se llevó a cabo a simple vista, reveló que la principal diferencia entre las rasuradoras masculinas y femeninas, al menos las desechables, es el color.
Las de mujer suelen ser rosadas; las de hombre vienen en colores mucho más varoniles, como azul o amarillo. Pero la observación a simple vista puede engañar. Una conversación con representantes de Bic, Schick y Wilkinson arrojó que hay tres diferencias significativas:
1. La diferencia más importante es el “ángulo de corte” de las dos
Una navaja para hombres tiene un ángulo mayor en la hoja, lo que la industria denomina “exposición agresiva”, por dos motivos. La barba de los hombres es más dura que el vello de las piernas o axilas femeninas, y requiere más esfuerzo para el corte; y, cuanto menos igual de importante, las mujeres se quejan mucho más que los hombres de los cortes y tajitos, consecuencia inevitable de la exposición agresiva de las navajas de hombre. A las mujeres, en particular, no les gusta lucir marcas rojas a través de las medias de seda, mientras que los hombres parecen totalmente conformes de andar a la mañana por la oficina cuando su cara parece una pizza con salami.
2. El arco
La mayoría de las rasuradoras de mujer tienen un arco mayor en el cabezal, de modo que la usuaria puede ver la piel de la pierna con más facilidad.
3. Adaptaciones para el invierno
Las mujeres no se rasuran con la misma frecuencia que los hombres, en especial en invierno, cuando la mayoría usa pantalones y blusas de manga larga. Schick ofrece una línea “Personal Touch” de rasuradoras con bandas de seguridad que tienen peines, para acomodar el vello más largo en el ángulo apropiado para el corte.
Hasta donde se puede asegurar, los principales fabricantes utilizan el mismo material de metalurgia en las navajas para hombres y para mujeres. Fred Wexler, director de Investigación de Schick, después de enumerar las características que su empresa incorpora para diferenciar las rasuradoras masculinas de las femeninas, ofreció una atribulada reflexión final: con todo ese esfuerzo de producción, los estudios de Schick revelan que una gran mayoría de mujeres utiliza las navajas diseñadas para hombres.
