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Cortes y raspones

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Arrancan las clases y con ellas los raspones, los cortes y los moretones… Madres: ¡A no desesperar! Acá una guía simple y casera para aliviar el dolor.

Lo primero es lo primero

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Frente a un corte o un raspón, los primeros pasos son casi siempre los mismos:

  • Detener el sangrado. La mayoría de los cortes menores y raspones dejan de sangrar por sí solos. Si en algún caso no ocurre así, aplique presión con un paño limpio durante unos minutos.
  • Después, limpiar la herida. Enjuague con agua, pero no emplee jabón; podría irritar la lastimadura. Retire cualquier tipo de suciedad con unas pinzas esterilizadas con agua hirviendo.

A partir de allí, trate la herida con los remedios que se presentan a continuación, y cúbrala con una venda para evitar infecciones.

Remedios caseros

-Pegar con adhesivo líquido. Los adhesivos instantáneos con cianoacrilato contienen una solución: una sola gotita sobre el corte cerrará los bordes y hará que cicatrice más rápido.

-Cubrir con miel. El elevado contenido de azúcar de la miel extrae la humedad de las heridas, y esto priva a las bacterias de la humedad que necesitan para sobrevivir. Además, impide el paso de los contaminantes externos dañinos. Estudios realizados en la India demostraron que las quemaduras cubiertas con miel sanan más rápido y con menos dolor y cicatrices que si se emplea sulfadiazina de plata, el tratamiento convencional para quemaduras. En las dietéticas se consigue miel para uso medicinal, pero en un corte o raspón pequeño se puede usar miel común.

-Presione con un té. El té negro contiene taninos, cuya acción astringente puede detener el sangrado. Presione sobre el tajo o raspón con un saquito de té, húmedo y frío; tendrá un efecto calmante y evitará que la zona se hinche.


RECETA CURATIVA: Ungu?ento herbal cicatrizante

Puede tener este ungu?ento a mano para tratar los cortes y raspones más comunes en cuanto ocurren. Es fácil de preparar, y tan efectivo como las cremas antisépticas que se compran en farmacias.

30 a 45 g de cera de abejas rallada
1 taza de aceite de oliva
2 cápsulas de vitamina E, de 400 U.I.
30 gotas de aceite esencial de árbol del té
20 gotas de aceite esencial de lavanda (optativo)
10 gotas de aceite esencial de manzanilla (optativo)

1. En un recipiente a baño María, a fuego bajo, derretir la cera. Agregar el aceite de oliva y revolver para mezclar. Retirar del fuego. Perforar las cápsulas de vitamina E con una aguja y presionar para verter el contenido sobre la mezcla. Agregar los aceites de árbol del té, lavanda y manzanilla y mezclar.

2. Verter en un frasco pequeño con una tapa de buen ajuste, esterilizado. Conservar en un lugar fresco y oscuro; puede durar un año. Usar sobre las heridas, según la necesidad.

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