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Partos peligrosos

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Cachorros indefensos, predadores expectantes y agua por doquier. 

Partos peligrosos

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Las pequeñas dificultades de un panda gigante

El hecho de que los hijos del panda gigante sean, en proporción, las criaturas placentarias (que se alimentan dentro del útero por medio de un cordón umbilical) más pequeñas, es sorprendente. La madre es mil veces más pesada que el cachorro, que al nacer tiene el tamaño de un ratón y pesa de 90 a 130 gramos. Como el cachorro es un ser indefenso que nace ciego y casi desnudo, la madre tiene que alimentarlo y darle calor. En esta etapa el bebé no puede siquiera defecar si la madre no lo estimula lamiéndolo constantemente. En raras ocasiones, ella lo deja solo durante las primeras tres semanas.

Los pandas gigantes generalmente paren gemelos, pero las demandas de los pequeños son tan exigentes, que es muy raro que la madre pueda criar a los dos. Cuando los gemelos nacen en cautiverio, la madre inmediatamente rechaza a uno de ellos. Se han visto pandas en libertad con dos cachorros grandes de la misma edad, pero solo se conoce un caso en el que los gemelos han llegado a la madurez.

Animales que nacen corriendo

La habilidad de correr casi en el momento de nacer es muy importante para los animales de pastoreo del continente africano, ya que nada ni nadie corre mayor peligro que un recién nacido. Los grandes felinos, por ejemplo, son cazadores que pueden atrapar rápidamente a un animal débil y vulnerable. En el caso de muchos animales de pastoreo, el desarrollo prolongado en el útero de la madre permite a la cría ganar las habilidades físicas necesarias para escapar del peligro desde el momento de nacer.

Una jirafa, por ejemplo, nace completamente desarrollada después de una permanencia de 15 meses en el vientre de la madre. Aunque no tiene mucho control sobre sus patas, 20 minutos después de nacer es capaz de caminar junto con la manada. Después de una hora ya toma leche.

Peligroso nacimiento de una ballena de joroba

Las ballenas de joroba, a diferencia de otras ballenas gregarias, viven en grupos en constante cambio compuestos por 4 a 10 miembros. La relación más estable de estos animales se da entre la madre y su hijo. Ellos se mantienen juntos durante casi un año.

Generalmente, una ballena de joroba da a luz una sola cría, que sale con la cola hacia adelante. El corto cordón umbilical se rompe y el recién nacido nada hacia la superficie del agua para respirar por primera vez. La madre empuja al vástago hacia arriba con el hocico o con una de sus aletas. Estos primeros segundos son vitales para la cría, pues hasta que se llenen los pulmones de aire su cuerpo será más pesado que el agua y corre el peligro de hundirse y ahogarse.

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