Curiosidades del séptimo arte.
Inicios de la animación cuadro por cuadro
En 1922 el escritor inglés Arthur Conan Doyle -creador de Sherlock Holmes- exhibió una película a una asociación de magos de Estados Unidos en la que aparecía un dinosaurio animado, y fue tan impactante que la noticia se publicó en primera plana en los diarios, entre ellos el New York Times.
Lo que Doyle no explicó a su asombrado público fue que la cinta se había filmado mediante una técnica ya utilizada sin éxito en otras películas mudas, pero mejorada enormemente por el creador de efectos estadounidense Willis 0’Brien. Era una secuencia de la película basada en su novela The Lost World, que se estrenó en 1925.
Los modelos fueron filmados cuadro por cuadro, es decir, se cambiaban de posición en cada toma. Cuando la película se proyecta a velocidad normal, el modelo -un dinosaurio, un simio gigante o cualquier otra criatura- parece moverse por propio impulso.
Decorados realistas, antes de la computadora
Cualquier decorado, desde el horizonte de la antigua Roma hasta un paisaje extraterrestre, se puede agregar como fondo a una película mediante la técnica de sobreimpresión fija, la cual es perfeccionamiento de un sistema similar inventado en la década de 1930.
Originalmente, se pintaba una escenografía en una hoja de vidrio que luego se colocaba delante de la cámara para que quedara sobreimpresa a la acción filmada. Pero más tarde se introdujo un procedimiento que consistía en filmar «tapando» parte del decorado con una hoja de vidrio pintada de negro que se colocaba delante de la cámara.
La película luego se rebobinaba y transfería a otra cámara. Un cuadro de la película se proyectaba entonces a un lienzo y un artista añadía el decorado deseado en la parte tapada.
Después los dos segmentos -el decorado pintado y la acción filmada- se fusionaban utilizando una «impresora óptica» especial inventada hacia 1930 por Linwood Dunn, un técnico de Hollywood. Se trata de una máquina copiadora que sirve para superponer y unir distintas partes de una película con el fin de crear diversos efectos, entre ellos disolvencias (hacer que una escena se «funda» o desvanezca en otra), cortinas (reemplazo progresivo de una escena por otra) y cuadros congelados (una pausa de la acción en una toma).