Es bien sabido que una buena dieta, el ejercicio regular y unos niveles bajos de estrés contribuyen a una vida más extensa y saludable. Le presentamos 16 maneras adicionales de aumentar su longevidad.
16 maneras de sentirse bien y vivir mejor
Coma frutos secos
En un estudio europeo llevado a cabo con adultos de entre 55 y 69 años, las mujeres que comían diez gramos de frutos secos y los hombres que comían 15 gramos diarios —hasta 12 de almendras o 9 castañas de cajú— redujeron el riesgo de muerte por cualquier causa relacionada con la salud en un 23 por ciento. En cuanto a las enfermedades específicas, consumir un puñado de frutos secos al menos cinco veces por semana reduce el riesgo de mortalidad por enfermedades cardíacas (en un 29 por ciento), enfermedades respiratorias (24 por ciento) y cáncer (11 por ciento), según un estudio anterior llevado a cabo en los Estados Unidos.
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La risa ayuda a reducir el estrés, reduce el dolor y mejora el flujo sanguíneo al cerebro. De hecho, la risa tiene el mismo efecto en los vasos sanguíneos que el ejercicio, informan investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore.
Casarse (o permanecer casado)
Un estudio llevado a cabo en 2014 por el Langone Medical Center de la Universidad de Nueva York reveló que los hombres y mujeres casados corrían un 5 por ciento menos de riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares. Y los beneficios aumentan entre aquellos que permanecen sexualmente activos. Un estudio de la Universidad de Duke, que siguió a 270 personas durante 25 años, concluyó que el sexo frecuente era “un indicador significativo de la longevidad” en los hombres.
La madurez importa
Nuevas investigaciones muestran que la fruta madura tiene más beneficios para la salud que prolongan la vida. Por ejemplo, las peras y las moras en su punto máximo de maduración tienen más antioxidantes que combaten las enfermedades. Y en la sandía, un color rojo profundo significa más licopeno, un antioxidante que puede reducir el riesgo de cáncer y enfermedades cardíacas.
Congelado está bien
Cuando las frutas y verduras frescas están fuera de temporada, la congelación puede ser tan buena o incluso mejor para los nutrientes que prolongan la vida. Los científicos británicos descubrieron que, con frecuencia, las frutas y verduras no pierden muchos de sus nutrientes cuando se las congelan. Por ejemplo, los arándanos congelados tenían más del triple de vitamina C que aquellos que habían sido refrigerados durante tres días, e incluso un poco más que las bayas frescas.
Disminuya la ingesta de pastillas para el dolor
El uso regular de analgésicos como ibuprofeno y naproxeno puede aumentar el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular en un 10 por ciento, según una revisión del comité asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) de 2014. (Los medicamentos con receta médica pueden aumentar aún más el riesgo.) Reserve estos medicamentos para el dolor severo y use la dosis más baja posible durante el menor tiempo posible.
Reflexione sobre la naturaleza
Experimentar una sensación de admiración —como al contemplar una hermosa vista o escuchar a la novena sinfonía de Beethoven— puede activar el sistema de defensa del cuerpo, según una investigación de la Universidad de California, Berkeley. “Esa sensación de asombro, maravilla y belleza promueven niveles más saludables de citocinas y sugiere que las cosas que hacemos para experimentar estas emociones como un paseo por la naturaleza, perderse en la música, o contemplar obras de arte ejercen una influencia directa sobre la salud y la esperanza de vida”, afirma Dacher Keltner, psicólogo y coautor del estudio.
Deshágase de las alfombras de mala calidad
Una causa común de caídas en casa son las alfombras pequeñas. Esos accesorios resbaladizos, que tienen bordes ondulados y carecen de un antideslizante adecuado, envían a 38.000 personas mayores a urgencias todos los años, según un estudio realizado en 2013 por los CDC y la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de los Estados Unidos. Deshágase de estas alfombras en su hogar, y asegúrese de que las del baño (y las bañeras) sean antideslizantes.
Considere la posibilidad de comprarse un modelo de auto más reciente
Las características de seguridad de alta tecnología son estándar en los modelos de coches más recientes, incluyendo airbags, frenos antibloqueo y control de estabilidad electrónica. “Están ahí con sus cinturones de seguridad y airbags para ayudar a salvar vidas” afirma un líder del sector. Los fabricantes de automóviles también ofrecen ahora cámaras traseras, funciones de aparcamiento automático, avisos de puntos ciegos y salidas de carril y avisos de colisión frontal con frenado automático.
Pero maneje menos
Los accidentes mortales aumentan notablemente por kilómetro recorrido a partir de los 70 años y son más frecuentes entre los conductores de 85 años o más, dice una organización de seguridad vial. Si usted se siente inseguro detrás del volante, puede ser hora de buscar un transporte alternativo.
Haga las paces con su familia
El estrés crónico, como una disputa familiar de larga duración, acelera el deterioro celular que lleva al envejecimiento prematuro y a una amplia gama de enfermedades graves, según una investigación a largo plazo de la Universidad de California, San Francisco. El remedio: haga las paces con sus seres queridos. Perdone a la familia, perdónese a sí mismo, deje atrás el pasado para vivir más y mejor.
Sea sociable
Los estudios muestran que la soledad aumenta el riesgo de muerte temprana en un 45 por ciento. Debilita el sistema inmunológico y aumenta la presión arterial al tiempo que aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Por el contrario, las personas con fuertes vínculos con amigos y familiares tienen un riesgo hasta un 50 por ciento menor, según un estudio en PLOS Medicine. Así que visite a un amigo, pero no descuide a los amigos online. Un estudio realizado en 2016 por investigadores de la Universidad de California, San Diego, reveló que los usuarios de Facebook también viven más tiempo, pero solo cuando las interacciones online no suplantan completamente la interacción social cara a cara.
Pruebe con una doctora
Cuando los investigadores de Harvard analizaron en 2016 más de 1,5 millones de hospitalizaciones durante cuatro años, encontraron que los pacientes que fueron atendidos por una doctora en vez de un doctor tenían más probabilidades de sobrevivir y menos probabilidades de volver a ser ingresados en el hospital en los 30 días posteriores al alta. Una explicación puede ser que las médicas tienden a seguir con mayor firmeza las directrices de los tratamientos y a comunicarse mejor con los pacientes.
Cuide a sus nietos
Mientras que cuidar a los niños todos los días es estresante, hacerlo regularmente puede agregar hasta cinco años adicionales de vida, según un estudio publicado en 2016 en Evolution and Human Behavior. Los investigadores especulan que el cuidado les da a los abuelos un sentido de propósito, y los mantiene mental y físicamente activos.
Siéntase útil
En un estudio publicado en 2014 en The Lancet, los investigadores descubrieron que aquellas personas con mayor sentido del propósito demostraron un 30 por ciento menos de probabilidades de morir durante el período de estudio de 8,5 años. De hecho, hacer algo que le importa, tanto si se trata de ayudar a sus hijos o de interactuar en una comunidad de personas que comparten los mismos intereses, está relacionado con el aumento de la esperanza de vida siete años, según investigadores que estudian a personas en “zonas azules” del mundo donde la gente es más longeva. También se ha demostrado que asistir a actos religiosos una vez a la semana añade entre cuatro y 14 años a la esperanza de vida.
Beba más agua
Mantenerse adecuadamente hidratado (lo que podemos medir a través del color de la orina si es amarilla clara o dorada oscuro) puede ayudar a prolongar una vida saludable al reducir el riesgo de cáncer de colon y mantener los riñones en plena forma. Y podría ayudarlo a perder peso. Los investigadores de la Universidad de Illinois revelaron que aquellos que bebían más agua, consumían entre 68 y 205 calorías menos al día.
