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Botiquín de emergencia: ¿cuáles son los esenciales?

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¿Tiene lo esencial en su botiquín de emergencia?

¿Tiene lo esencial en su botiquín de emergencia? Esta revisión rápida lo ayudará a darse cuenta si en verdad está preparado o no. 

La última vez que abrí mi botiquín de primeros auxilios tenía el pulgar envuelto en toallas de papel ensangrentadas, ya que minutos antes me había cortado por accidente al picar cebolla. Mientras rebuscaba en los compartimentos con cierre con aquel dolor pulsátil en el dedo, descubrí que no tenía nada más que unas cuantas vendas amarillentas, toallitas antisépticas resecas, gasas, cinta adhesiva y un par de tijeras parecidas a las que se usan en el jardín de niños. Por suerte, me las arreglé para contener la hemorragia con una gasa y logré preparar un espagueti a la boloñesa aceptable. Sin embargo, aquello me abrió los ojos: mi botiquín de primeros auxilios, descuidado y de segunda categoría, le haría un flaco favor a mi familia en caso de una urgencia real.

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Para ayudarlo a incluir todo lo necesario en el suyo, hablamos con expertos en medicina de urgencias.

Aquí algunos artículos que recomiendan para cualquier botiquín:

  • Aspirina: Dos comprimidos masticables con 81 mg de ácido acetilsalicílico (Aspirina) pueden salvar la vida si se toman dentro de la primera hora posterior a un posible infarto de miocardio. Sin embargo, deberá llamar primero al 911 y esperar sus instrucciones, ya que en algunos casos, esta medida está contraindicada (por ejemplo, para quienes usan anticoagulantes).
  • Guantes desechables sin látex: Cuando ayude a otra persona, use los guantes para reducir el riesgo de adquirir una infección.
  • Desinfectante de manos: Podrá utilizarlo para limpiarse las manos en caso de que no haya agua y jabón; aplíquelo antes de ponerse los guantes.
  • Toallitas húmedas antisépticas: Si no tiene acceso a agua corriente, utilícelas para limpiar y desinfectar heridas antes de vendarlas o aplicar ungüentos.
  • Ungüento antibacteriano: Ayuda a prevenir infecciones en heridas pequeñas.
  • Crema de hidrocortisona: Alivia la picazón y la irritación por picaduras de insectos o contacto con plantas venenosas. Está disponible en sobres de uso individual.
  • Vendas para el abdomen: Estas grandes vendas le permitirán detener hemorragias profusas en heridas amplias. Coloque la venda y mantenga la herida presionada con firmeza hasta que llegue la ayuda.
  • Gasas: Sirven para taponar y vendar heridas; asimismo, estabilizan los cuerpos salientes (que nunca debe jalar).
  • Cinta adhesiva impermeable: Le permitirá fijar la venda con firmeza en una herida.
  • Apósitos adhesivos: Guarde apósitos adhesivos de varios tamaños en su botiquín en caso de cortadas y rasguños menores.
  • Venda triangular: Se puede utilizar como cabestrillo para el brazo.
  • Pinzas: Las de puntas afiladas, que permiten retirar garrapatas, astillas y partículas de suciedad de las heridas, son ideales.
  • Tijeras paramédicas: Vale la pena tener un buen par de tijeras para poder cortar vendas o prendas gruesas de forma rápida y sencilla. Esta herramienta tiene hojas afiladas dentadas.
  • Mascarilla para RCP: Si necesita dar respiración de boca a boca, estas mascarillas con válvula de paso único constituyen una buena barrera contra bacterias y virus.
  • Compresas frías instantáneas: Se activan al apretarlas y ayudan a calmar el dolor, así como la inflamación, en caso de esguinces musculares y contusiones.
  • Hidrogel para quemaduras: Se trata de apósitos saturados de gel que enfrían y calman la piel lastimada; son ideales cuando no es posible colocar la herida bajo el chorro de agua fría.
  • Manta isotérmica: Estas “mantas espaciales” permiten mantener la temperatura central de la persona después de una lesión grave o choque.

ES IMPORTANTE MANTENER estos artículos en un lugar accesible y cercano, ya que uno nunca sabe cuándo los necesitará. Por ejemplo, en los Estados Unidos las lesiones reportadas a los médicos se presentan con mayor frecuencia en los hogares que en las carreteras, los espacios públicos y los lugares de trabajo, juntos.

Sin embargo, muchos de nosotros no estamos preparados: el 70 por ciento de los británicos afirma no estar listo para responder a una urgencia en casa, y 44 por ciento de los estadounidenses no tiene un botiquín de primeros auxilios, aunque se considera un artículo esencial para el hogar, el auto y los acampes.

“Los botiquines de primeros auxilios suelen emplearse para heridas sencillas, como las cortadas; no obstante, también pueden ser de utilidad en urgencias menos frecuentes, como los infartos de miocardio o las hemorragias que ponen la vida en riesgo”, señala el doctor Nathan Charlton, especialista en emergencias de Charlottesville, Virginia, quien forma parte de la Cruz Roja de los Estados Unidos.

Si está planeando adquirir un botiquín de primeros auxilios:

  • Compre un recipiente: Los artículos de primeros auxilios deben conservarse en una bolsa impermeable o en un recipiente hermético con compartimentos transparentes para que pueda ver lo que hay dentro. Así no tendrá que hurgar ni sacar las cosas de la caja o el estuche solo para descubrir en dónde está cada cosa. Un botiquín prefabricado de buena calidad incluirá la mayor parte de lo que necesita, si no es que todo. Si falta algún artículo, cómpralo por separado.
  • Revise los vencimientos: Agregue una notificación mensual en su calendario para cerciorarse de que los medicamentos del botiquín se encuentren dentro de su fecha de uso preferente. “Así también recordará sus razones para tener un botiquín y quizás hasta lo aprendido en cualquier curso de primeros auxilios que haya tomado”, señala Charlton.
  • Capacítese: No hay mejor forma de prepararse para las urgencias que a través de la capacitación. La Cruz Roja imparte cursos de certificación en primeros auxilios básicos y reanimación cardiopulmonar que duran tan solo un fin de semana. Asimismo, publican manuales, que a veces son de bolsillo y que puede conservar en su botiquín. Estas guías le indicarán cómo actuar en diferentes situaciones: desde crisis de angustia hasta lesiones de médula espinal.

Por Anna-Kaisa Walker

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