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Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

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Aunque suene rara y confusa, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es sorprendentemente común. Descubrí cómo prevenirla con los consejos de expertos.

Qué es la EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica)

Cuando un equipo de investigadores examinó los pulmones de más de 9.000 personas de todo el mundo, descubrió que 1 de cada 10 tenía EPOC moderada a grave. En algunos países, es la cuarta causa de muerte, después de las cardiopatías, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares.
Fumar causa entre el 85 y el 90% de los casos de EPOC. Debilita los bronquios y alvéolos pulmonares; como resultado, éstos no tienen fuerza para expulsar el aire viciado y dejan poco espacio para la siguiente inhalación fresca y rica en oxígeno. La EPOC te hace toser, resollar y sentirte fatigado; también eleva el riesgo de contraer infecciones pulmonares y daño pulmonar grave. Las personas que la padecen generalmente tienen bronquitis crónica, enfisema, asma bronquial o una combinación de estas dolencias.
Tu primera estrategia de defensa es: proteger tus pulmones del humo del tabaco, del polvo y de las emisiones en el ambiente de trabajo.

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Cuál es la causa de la EPOC

La mayoría de las veces, el humo de habanos y cigarrillos, ser fumador pasivo, la contaminación y las emisiones dañan los bronquios y alvéolos pulmonares. En casos excepcionales, un trastorno genético llamado deficiencia de alfa-1 antitripsina puede dañar las vías respiratorias y causar EPOC.

 

Síntomas de la EPOC con los que debe estar alerta

Tos persistente, toser con mucosidad a menudo, falta de aliento, especialmente cuando realiza actividad física, respiración sibilante, sensación de opresión en el pecho, bronquitis frecuente, infecciones de los senos paranasales o resfríos.

 

Estudios de vanguardia sobre la EPOC

Una investigación de la Universidad de Cardiff en el Reino Unido descubrió que las personas con EPOC tienen arterias un 25% más rígidas que las arterias de personas sin esta afección, lo que eleva el riesgo de cardiopatía e hipertensión. También tenían 9 veces más probabilidades de padecer osteoporosis. Los expertos sospechan que el daño pulmonar que causa esta enfermedad pone al sistema inmunológico en alerta máxima; esto a su vez acelera el desarrollo de placa en las paredes arteriales y puede debilitar los huesos.

 

Estrategias clave para la prevención de la EPOC:

  • Deje de fumar: fumar cigarrillos, habanos y pipa causa aproximadamente el 85% de los casos de EPOC. Durante toda su vida, la mitad de los fumadores desarrollarán esta debilitante enfermedad pulmonar. Dejar de fumar es la manera más efectiva para un fumador de reducir el riesgo. Seremos honestos: si ya padece EPOC, dejar de fumar no revertirá el daño pulmonar que ya se ha hecho, pero los expertos sostienen que es fundamental hacerlo de todos modos. Al dejar el hábito, disminuirá a la mitad el porcentaje de deterioro futuro de la función pulmonar.
  • Evite ser un fumador pasivo: el humo de los demás fumadores está repleto de químicos y partículas que irritan los pulmones. Según estudios, vivir con un fumador aumenta tus probabilidades de desarrollar EPOC en un 55% y trabajar en un ambiente lleno de humo, como un bar, eleva el riesgo un 36%. Insistí en mantener un ambiente libre de humo en tu hogar y en tu auto.
  • Manténgase alejado de emisiones, vapores y polvo en el trabajo: los investigadores de la Universidad de California en San Francisco concluyeron que la exposición al aire viciado en el lugar de trabajo duplica el riesgo de desarrollar EPOC. Si tu trabajo implica respirar polvo, emisiones o vapores, use una máscara.
  • Siga una dieta equilibrada: come abundante cantidad de frutas, verduras, legumbres y pescado; use aceite de oliva en lugar de manteca y disfrute de una copa de vino en la cena. Este estilo de alimentación mediterránea reduce el riesgo de EPOC a la mitad según un importante estudio. Los alimentos procesados, las carnes rojas y el azúcar refinado elevan el riesgo. Los antioxidantes que aportan estas dietas protegen a las células de daños, mientras que los compuestos presentes en el pescado y el aceite de oliva ayudan a bajar la inflamación crónica, que también contribuye a dañar los pulmones.

Cómo prevenir la Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

  1. Hazte una espirometría: millones de personas padecen EPOC no diagnosticada y están desperdiciando la oportunidad de tratamientos y estrategias que literalmente les salvarían la vida. Si sos fumador o tiene síntomas de EPOC, consulte a tu médico sobre esta sencilla prueba que mide la cantidad de aire que exhale de tus pulmones y la velocidad con que lo haces.
  2. Diga adiós a los embutidos: en un estudio, las personas que consumían embutidos como panceta, salchichas, fiambres y jamón 14 o más veces al mes tuvieron 93% más de probabilidades de desarrollar EPOC que quienes no los consumían nunca. Los nitritos usados como conservantes y fijadores del color en estas carnes pueden elevar los niveles de partículas dañinas para las células, llamadas especies de nitrógeno reactivo, en el torrente sanguíneo.

Cómo evitar recaída de la EPOC

Si te han diagnosticado EPOC, estas estrategias te ayudarán a evitar rebrotes que pudieran conducir a una hospitalización y nuevos daños a los pulmones.

  • Vacúnese contra la gripe una vez al año. Las infecciones virales y bacteriales pueden empeorar los problemas respiratorios. Esta vacuna puede disminuir el riesgo de gripe entre personas con EPOC hasta un 81%.
  • Vacúnese contra la neumonía al menos una vez. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica aumenta el riesgo de desarrollar formas muy graves de neumonía.
  • Use un mucolítico de venta libre. Estos medicamentos diluyen la mucosidad y son expectorantes, lo que contribuye a disminuir el porcentaje de rebrotes.
  • Use un inhalador con uno o dos medicamentos. Utilizar un broncodilatador de acción prolongada o un corticosteroide inhalado podría reducir el índice de rebrotes en un 20%. Y combinar ambos reducirá el riesgo en un 25%.
  • Siga una rutina de ejercicios gradual. Trátese con su médico o siga un programa de rehabilitación pulmonar. Realizar media hora de ejercicios casi todos los días de la semana aliviará significativamente la dificultad para respirar.
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