El pato se adoba con una mezcla de especias hindúes, y se sirve con una suave polenta con choclo y arvejas, sazonada con chutney de mango.
A pesar de considerarla un alimento rico en grasa, la pechuga de pato es un corte de carne magra (una porción de 75 g de pechuga de pato cocida y sin piel tiene un 30 por ciento menos grasa que la de pollo sin piel).
Porciones: 4
Ingredientes
- 2 cdtas. de cúrcuma
- 1 cdta. de sal
- 3/4 de cdta. de azúcar
- ½ cdta. de jengibre molido
- 4 pechugas de pato sin piel, en mitades (de 125 g cada una)
- 1 cda. de aceite de oliva
- ¾ de taza de polenta
- 1 ½ tazas de arvejas congeladas
- 1 ½ tazas de granos de choclo congelados
- 3 cdas. de chutney de mango finamente picado
Preparación
- En un bol pequeño, mezclar la cúrcuma, 1/4 de cdta. de la sal, el azúcar y el jengibre. Untar la mezcla en ambos lados de las pechugas de pato.
- Engrasar una sartén con el aceite. Agregar las pechugas de pato y cocinar durante 3 minutos por lado para que quede término medio.
- Mientras tanto, en un bol pequeño, batir la polenta y 1 taza de agua fría hasta que la mezcla quede homogénea. En una olla poner a hervir 1 ¼ tazas de agua a fuego alto. Agregar, revolviendo, la mezcla de polenta y la sal restante, y bajar el fuego; dejar que se cueza, revolviendo frecuentemente, durante 7 minutos o hasta que la polenta esté espesa y tenga textura suave.
- Añadir a la polenta, revolviendo, las arvejas, los granos de choclo y el chutney, y cocinar 2 minutos o hasta que las verduras se hayan calentado. Rebanar el pato en diagonal en contra de la fibra y servir junto con la polenta.
Información nutricional por porción:
415 calorías, 5,3 g grasa total (11% saturada), 35 g proteína, 57 g hidratos de carbono, 4,7 g fibra, 149 mg colesterol, 920 mg sodio