Para
preparar ensaladas no existen reglas fijas, pero sí ciertas claves para
aumentar sus beneficios y promover tu saciedad.
Cuanto más variada sea en colores, en texturas y en
ingredientes mayor cantidad de nutrientes vas a incorporar, además de mejorar
el sabor.
Ensaladas para bajar de peso
Quienes piden como entrada una gran porción de ensalada con un aderezo ligero o una vinagreta baja en grasas, quedarán satisfechos después con un plato principal chico. En el restaurante, pedí una ensalada sin aderezo, y que te traigan por separado sal, pimienta molida, vinagre y aceite. Así, vos mismo vas a poder condimentarla y limitar la cantidad de aceite que quieras utilizar.
Ensaladas para llevar
Las ensaladas preparadas son perfectas como plato principal del almuerzo en el trabajo o como colación. También son un excelente refrigerio en viajes largos. Para transportarlas y mantenerlas frescas en días calurosos, podés ponerlas en un recipiente de plástico y este, a su vez, dentro de una hielera portátil. Si no tenés tiempo para hacer la ensalada que vas a llevar a la oficina, te conviene tener preparadas botellas pequeñas para el aceite y para el vinagre, y así vas a poder preparar tu ensalada en la cocina de la oficina.
Tip para innovar
Podés agregar a tus ensaladas de siempre frutas frescas: naranja con remolacha y cebolla morada; hinojo con manzana verde; y hojas verdes con láminas de pera o frutos rojos.
Los 10 mejores consejos para ensaladas
- Si se trata de una ensalada con hojas de lechuga, agregá el aderezo a último momento.?
- Guardá la ensalada preparada que vas a comer al día siguiente en la oficina, en un recipiente de plástico hermético. Llevá por separado el aderezo en un frasco bien tapado.
- Prepará las ensaladas de papa, de arroz o de pasta unas cuatro horas antes. Sazoná con sal y vinagre antes de servir, ya que al revolver la ensalada pierde sabor.
- Para guardar un par de días lo que sobró de una ensalada verde, lavala, dejala escurrir y envolvela en papel de cocina, y metela en una bolsa de plástico hermética.
- Podés congelar las hierbas frescas que sobraron si antes las lavás, sacudís, picás y guardás en pequeñas bolsas de plástico.
- Al preparar ensaladas verdes y de verduras, empleá vinagretas ligeras. Para un aderezo cremoso pobrá con uno a base de yogur natural y hierbas frescas o de queso blanco mezclado con mayonesa light y jugo de limón.
- Los restos de una ensalada con aderezo es ideal para sándwiches. Poné hojas de lechuga y rodajas de pepino y tomate en una rebanada de pan; añadí la ensalada y tapá.
- En ensaladas de verduras cocidas, duplicá la cantidad (al cocinar las verduras de hojas se reducen a la mitad). La ensalada se conservará bien en la heladera un par de días.
- Las ensaladas de frutas para llevar, preparalas con jugo de limón o de naranja para evitar que la fruta se oxide y cambie de color.
- El ananá, la papaya o el kiwi mezclados con productos lácteos se hacen agrios. Por eso es mejor cocinar estas frutas, prepararlas con una vinagreta o, en su defecto, usar frutas enlatadas.