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Un paso adelante

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Un repentino hormigueo en las piernas detuvo la carrera de una atleta paralímpica.

Un di?a a fines de noviembre de 2010, Monique van der Vorst, de 26 an?os, dio un paso adelante para acaparar la atencio?n. Con ojos brillantes, aunque de forma ti?mida por la poca costumbre, la campeona parali?mpica, sentada en su silla de ruedas, se hizo una pregunta simple: “¿Sere? capaz?” Se levanto?. Permanecio? de pie. Dio un paso adelante. Pasos reales. Sin ayuda. Se dio vuelta, retrocedio? y volvio? a sentarse en la silla de ruedas. Orgullosamente evaluo? la respuesta.

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Fui testigo de un milagro y de un giro vertiginoso en la vida de una gran atleta. Monique habi?a ganado dos medallas de plata en los Juegos Parali?mpicos de Peki?n 2008, habi?a sido tres veces Campeona del Mundo y seis veces Campeona de Europa. La rubia ciclista de mano tambie?n gano? el Campeonato Mundial de Iron Man en 2009 batiendo un nuevo re?cord. Adema?s de seguir con sus estudios de Ciencias del Movimiento Humano en la Universidad Libre de A?msterdam, se convirtio? en profesional, y vivi?a del deporte para discapacitados.

Monique proviene de una familia verdaderamente deportista. Crecio? en Nieuwerkerk aan de IJssel, un pueblo cercano a Rotterdam, y ya a los trece an?os era una aute?ntica fana?tica del deporte. Jugaba al tenis y formaba parte del equipo de hockey sobre ce?sped. Para mejorar su estado fi?sico, corri?a con frecuencia.  Sin embargo, a su temprana edad, todo este ejercicio le paso? factura.

El tobillo izquierdo no podi?a soportar tanta tensio?n y rengueaba de forma habitual. Cuando la operaron de los tendones, tuvo graves complicaciones. Monique no se pudo apoyar ma?s en la pierna izquierda y durante dos an?os la estuvo arrastrando al caminar. Al final, los me?dicos le diagnosticaron distrofia muscular en la pierna izquierda y dijeron que teni?an que amputarla.

Paso? ocho meses en un centro de rehabilitacio?n con sesiones de fisioterapia intensiva y logro? evitar que le amputaran la pierna. Sin embargo, habi?a un grave inconveniente. Todo el ejercicio realizado hizo que se le sobrecargara la pierna derecha y el carti?lago de la rodilla derecha tambie?n se desgasto? tan gravemente que tuvo que recurrir a las muletas para moverse. “Teni?a solo quince an?os cuando mi me?dico me dijo que en adelante tendri?a que usar silla de ruedas. Teni?a la pierna izquierda paralizada y la pierna derecha nunca ma?s podri?a soportar mi peso.”

En el centro de rehabilitacio?n, Monique encontro? una nueva amiga de por vida, la bicicleta de mano. “Al tener que andar con muletas, mis brazos se habi?an musculado. La bicicleta de mano era la u?nica forma de liberar mi frustracio?n. Me daba tanta energi?a que me senti?a liberada”, explica. Monique aprobo? sus exa?menes escolares con 19 an?os, solo un an?o despue?s de lo normal.

En la primavera de 2000, Monique participo? en su primera carrera de bicicleta de mano. Sorprendentemente, gano? como debutante. Y lo que es ma?s importante, pudo conocer las bicicletas de mano profesionales con estructura fija y se quedo? sorprendida con la increi?ble velocidad que podi?an alcanzar. “Supe de inmediato que seri?a mi gran pasio?n. Reemplazaba las salidas con mis amigos”.

Empezo? a entrenar con la nueva bicicleta de mano y sus padres la llevaron a Neuchatel, en Suiza, para su primer Campeonato de Europa en 2001 donde salió ganadora. Sin embargo, despue?s de todas las victorias, Monique volvio? a sufrir un duro golpe fi?sico. En 2008, fue golpeada por el coche de detra?s. “Perdi? la poca sensibilidad que me quedaba en la pierna derecha. Ahora teni?a paralizadas las dos piernas y solo me funcionaba el tronco para trabajar con e?l.”

Esto hizo que su participacio?n en el Iron Man de 2009 en Hawai fuera au?n ma?s extraordinaria. El desafi?o era nadar 3,8 km, completar 180 km con la bicicleta de mano y recorrer otros 42 km con la silla de ruedas. “Yo fui la u?nica de los ocho que acabo? la competicio?n dentro del li?mite de tiempo. Por cierto, competimos contra 1.800 atletas sin discapacidad”.

El 13 de marzo de 2010, Monique choco? contra un compan?ero ciclista velocista cuando asisti?a a un campamento de entrenamiento en la isla de Mallorca. Justo despue?s del accidente, sintio? como si sus piernas paralizadas saltaran por el aire. “Teni?a las piernas atadas a la bicicleta, pero el movimiento era tan fuerte que casi me deshago de las correas. Pareci?an estar electrificadas y no pararon ni siquiera cuando me dieron relajantes musculares en el hospital”, recuerda.

En la facultad de Medicina de la Universidad Libre de A?msterdam, donde Monique estudia Ciencias del Movimiento Humano, nadie podi?a explicar los espasmos. Ingreso? en el Centro Me?dico Zaans, cerca de Amsterdam. Entonces ocurrio? algo extran?o, un mes despue?s del accidente.

“Me retorci? la mano y senti? un hormigueo en el pie izquierdo. Pequen?as sacudidas.”

El hormigueo iba y veni?a. “Un di?a pude mover la pierna derecha y despue?s la pierna izquierda tambie?n. Utilizaba las caderas para moverme en la cama. Habi?a entrado en un mundo distinto. Era raro”.

Monique se traslado? a un centro de rehabilitacio?n en Amsterdam. “Lo intente? todo para volver a tener el control de mi cuerpo. La ayudaban neuro?logos y fisioterapeutas, pero tambie?n un psico?logo y un trabajador social. “Su trabajo ba?sicamente era calmarme, porque obviamente, yo queri?a ir demasiado ra?pido”.

Monique finalizo? su estancia de dos meses y medio en el centro de A?msterdam y el 20 de noviembre celebro? su 26 cumplean?os. Fue un momento agridulce para la Mejor Atleta Discapacitada de 2009. La felicidad daba paso a la inseguridad y viceversa. Era emocionalmente confuso entrar en la vida como una antigua parali?mpica. Y entonces llego? el momento inevitable de contarlo al mundo.

“Llore? de felicidad y llore? de tristeza,” dijo cuando dio la noticia al mundo. “Despue?s de darme cuenta de que podri?a volver a caminar, estaba encantada. Por otro lado, no me daba cuenta de las consecuencias que conllevari?a todo eso. Yo estaba segura de lo que teni?a, sin embargo estaba em- pezando a perder mi confianza como atleta. Y mis suen?os parali?mpicos. Habi?a planeado defender mi ti?tulo de Iron Man en Hawai y tambie?n batir el re?cord del mundo masculino. Y despue?s intentari?a ganar la medalla de oro en los Juegos Parali?mpicos de Londres 2012. Yo habi?a apostado todo por eso. Pero ahora tengo que dejarlo. Puedo caminar, ¿no? Pero la gente no sabe lo que entran?a el deporte. No entienden mi pasio?n por entrenar y vivir para el deporte, esforza?ndome continuamente por mejorar, haciendo todo lo posible por ganar la medalla de oro y ser la mejor.”

Dos meses despue?s, Monique abrio? la puerta de su departamento de nuevo. Iba caminando, dando pequen?os pasos dubitativos, pero no necesitaba apoyarse en la pared para mantener el equilibrio. Pareci?a estar en forma, tal como se espera de una atleta. En el recibidor habi?a una llamativa bicicleta de carreras de carbono negra.

“Hace unos seis meses me puse de pie por primera vez en an?os y ahora puedo andar. Se podri?a decir que hago rehabilitacio?n de tiempo completo. Entreno quince horas por semana y nado, hago bicicleta y voy al gimnasio. El golpe durante la colisio?n con mi colega atleta aparentemente desbloqueo? el centro nervioso. Los me?dicos dicen que no estoy completamente recuperada. Que puede llevar an?os, pero yo estoy decidida a volver definitivamente al mundo de la competicio?n como atleta no discapacitada. Suen?o con correr la marato?n algu?n di?a”.

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