El término coaching surge del mundo deportivo. El primero en hablar de esta metodología es Timothy Gallwey, en su libro “El juego interior del tenis”.
El coaching nos hace conscientes de ese “juego interior” (emociones y pensamientos que influyen en nuestro comportamiento) y nos hace ser más efectivos tanto en el ámbito personal como profesional. Existen multitud de definiciones del término coaching, por su sencillez y su relación con el contenido que aquí veremos la más utilizada es: “El coaching es una disciplina moderna definida como una poderosa herramienta de cambio orientada hacia el éxito, hacia la consecución de los objetivos, metas o retos que nos marquemos”.
El coaching consiste en enseñarnos a pensar por nosotros mismos, a descubrir nuestro potencial y por lo tanto nuestro camino hacia el éxito, ya sea en el ámbito personal o en el trabajo. Un proceso de coaching supone un cambio tan profundo que se ve afectada toda la persona, al igual que la toma de conciencia de nuestro liderazgo personal, que son dos conceptos inseparables.
Si tomamos consciencia de nuestras habilidades, competencias, potencial y nuestra capacidad en la toma de decisiones es inevitable que se transmita seguridad, confianza, autonomía en nuestro puesto de trabajo y en la vida. El escritor Dave Kerpen (New York Times), ha seleccionado lo que él considera: “Las principales diferencias entre las personas exitosas y las que no tienen éxito”. Veamos las diferencias y analicemos en nuestro caso en qué lado de la balanza estamos.
PERSONAS EXITOSAS
1 – Asumen el cambio
2 – Quieren que otros tengan éxito
3 – Respiran energía
4 – Aceptan sus fracasos
5 – Hablan de sus ideas
6 – Comparten información
7 – Dan a la gente todo el mérito por sus victorias
8 – Establecen metas y planes de vida
9 – Llevan un diario
10 – Leen todos los días
11 – Aprenden continuamente
12 – Felicitan a otros
13 – Perdonan a otros
14 – Saben lo que quieren ser
15 – Tienen gratitud
PERSONAS QUE NO TIENEN ÉXITO
1 – Tienen miedo al cambio
2 – Esperan que otros fracasen
3 – Están llenos de ira
4 – Culpan a otros de sus fracasos
5 – Critican a la gente
6 – Acumulan la información para sí mismos
7 – Se atribuyen el mérito de los demás
8 – No fijan metas
9 – No llevan un diario
10 – Ven televisión todos los días
11 – Piensan que ya lo saben todo
12 – Critican a los demás
13 – Guardan rencor
14 – No saben lo que quieren ser
15 – No aprecian a los demás