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Comida sobre ruedas

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Una muestra de solidaridad y ayuda para los que viven en la calle

Solidaridad sobre ruedas

En un jarrito de acero que se calienta lento, un anciano y una niña improvisan una cena. Sentados en el empedrado de una calle porteña que respira aire francés reavivan, pacientes, el fuego que insiste en apagarse y sobre ellos se exhibe el variado menú del Sirop Folie Resto & Tea Corner, un moderno restaurante situado en el barrio de la Recoleta, en Buenos Aires. Se podría decir que la cena está lista aunque no hacen falta mantel ni cubiertos porque en la calle esos son lujos.

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Dentro del restaurante, al calor de las hornallas, un grupo de jóvenes pela papas, hierve arroz y lagrimea cortando cebollas mientras algunos otros se encargan de envolver los platos listos. La cocina está funcionando a todo vapor como cualquier día de la semana; sin embargo, no hay ninguna mesa ocupada ni comensales esperando la comida y ni siquiera se están preparando pedidos para llevar a domicilio. Es que es lunes, jornada en que el local cierra sus puertas para el público pero las abre para la solidaridad.

Lo que une a toda esa gente reunida para cocinar es el proyecto Comida sobre ruedas, que, desde 2009, brinda un plato de comida caliente a gente que vive en la calle.

El proyecto lo lleva adelante Agustina Numer, de 35 años, una de las dueñas de Sirop Folie. Cuenta con el apoyo de su madre, Liliana, chef del restaurante, y de sus hermanas, Pía, Lucía y Emilia. “Esta historia comenzó hace diez años, cuando una noche, después de cenar con amigos, decidimos hacer pequeñas viandas que cada uno, camino a su casa debía entregar a alguien de la calle”, explica Agustina. Entusiasmado, un amigo estadounidense que estaba entre ellos les dijo: “¡Lo que están haciendo es un verdadero Meal on wheels (Comida sobre ruedas)!” y allí quedó sellado el nombre.

Meal onwheels es una modalidad surgida en Inglaterra, durante la Segunda Guerra Mundial, época en que muchas personas perdieron sus hogares y con ellos la posibilidad de cocinar sus propios alimentos. Los voluntarios llevaban comida a personas mayores y a chicos.

Ese gesto solidario de un grupo de amigos se repitió varias veces, pero con el tiempo esa tarea altruista se fue diluyendo. Al ver la situación, Agustina decidió que eso no ocurriera. Sentía el compromiso de retomar el proyecto y sumar a más gente para que éste se consolide. Bastó con enviar un email a sus amigos en el que explicaba la idea para que estos, a su vez, lo reenviaran a otros. También se formó un grupo en la red social Facebook y en tan sólo algunas semanas, casi 300 personas se unieron a ella para colaborar.

Todos los voluntarios que se acercan cada lunes al Sirop son organizados en grupos de cuatro personas para cocinar dentro o fuera del restaurante y para distribuir los alimentos por distintos puntos de la ciudad. Al menos un integrante de cada grupo ofrece su auto y se convierte en el chofer del reparto, el resto entrega la comida.

“Cada lunes los voluntarios cambian, pero eso no implica que participen una sola vez; después de un tiempo —dos o tres meses— se los convoca nuevamente.

La cantidad de voluntarios hace que no tengamos mayores problemas en cubrir los puestos de cada lunes”, afirma orgullosa Agustina. Así, lo que empezó con 40 viandas, pronto llegó a 80. “Me siento muy bien y me da alegría saber que hay tanta gente que quiere ayudar. Estaría bueno que hubiera más propuestas porque la gente está ansiosa por colaborar”, asegura la joven. Para su mamá Liliana también es conmovedor ver la respuesta de la gente “Una señora de 82 años nos llamó para decir que no podía cocinar, pero que igual iba a rezar por nosotros e incluso un chico de 15 años llamó para ofrecernos su ayuda”. Sin duda, el primer objetivo de Agustina se cumplió. Pero ahora va por más. “Sería óptimo que otros locales hicieran lo mismo, porque en un restaurante se puede trabajar a muy bajo costo ya que se cuentan con los materiales”.

Las hornallas desprenden su último calor. A media luz, una mujer termina de acomodar los platos y las sartenes para el día siguiente. Afuera, las viandas pasan de mano en mano entre miradas de agradecimiento y sonrisas de satisfacción.

CONTACTOS
En Facebook: Meals on wheels, Comida sobre ruedas facebook.com/group.php?gid=110761533494
Mail: sirop@siroprestaurant.com
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