La limpieza profunda es complicada, pero se hace una vez. Luego debe limpiarlo superficialmente con estos trucos para que se mantenga casi sin esfuerzos.
Si limpia el horno de forma regular y exhaustiva, extenderá su vida útil y evitará que la cocina se llene de humo o corra riesgo de incendio.
Prevención
Evite la acumulación de grasa:
- Limpie los líquidos derramados con una esponja húmeda, mientras el horno está tibio.
- Limpie el interior del horno regularmente con un paño empapado en vinagre.
- Si es posible, cubra los alimentos con una tapa o papel aluminio al cocinar.
- No sobrecargue los platos; coloque aquellos que se puedan derramar en bandejas para hornear.
Rutina de limpieza
- Quite las rejillas y la parrilla del horno. Lávelas con detergente líquido para trastes o, usando una esponja no abrasiva. O puede dejar las rejillas en remojo dentro de bolsas especiales que contienen una solución para limpiar hornos.
- Llene un recipiente de vidrio con unos 100 ml de amoníaco puro. Colóquelo en el horno apagado y déjelo durante una noche. Quite el recipiente y, luego, remueva la suciedad floja con un paño o una esponja.
- Para quitar la grasa fija, utilice una espátula de silicona o refriéguela con una esponja no abrasiva, remojada en un producto para limpiar superficies de cocina.
Limpiadores cáusticos
Utilícelos como último recurso y siempre con el horno apagado. Use guantes largos y de goma, mantenga la cocina bien ventilada y siga las instrucciones del producto.