Los pies de los diabéticos son especialmente vulnerables a las infecciones. Cuidalos.
A todos nos sale una ampolla o un callo de vez en cuando, pero estas pequeñas molestias son mucho más graves para las personas con diabetes, cuyos pies son especialmente vulnerables a las infecciones. La mala circulación sanguínea (frecuente en la enfermedad) dificulta la curación.Y debido al daño nervioso, es posible que no sientan llagas, ampollas o heridas. Los problemas de pies que no se atienden pueden incluso provocar la amputación. Así que, esta semana, revise sus pies todas las noches antes de cubrirse con la sábana; muy pronto, este ritual será automático.
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Pídale a su pareja que le ayude a revisar sus pies
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Esté atento a cualquier tipo de irritación
- Limpie y trate rasguños y cortaditas de inmediato
- Humecte sus pies
- Pídale al podiatra que le corte las uñas la próxima vez que lo visite
- Suavice los bordes puntiagudos de las uñas
- Deshágase del cobertor eléctrico
- Póngase pantuflas
Pídale a su pareja que le ayude a revisar sus pies
Hay varias razones por las cuales a una persona con diabetes puede costarle mucho trabajo revisar sus pies a conciencia: los problemas en la espalda, la obesidad y la artritis pueden reducir la flexibilidad que usted necesita para inspeccionar sus pies. La vista disminuida también puede hacer más difícil la tarea. Sea cual sea el caso, pida ayuda a su pareja. La ligera inconveniencia que puede representar pedir ayuda a alguien, es mucho mejor que descubrir lesiones en los pies cuando es demasiado tarde.
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Esté atento a cualquier tipo de irritación
Cuando revise sus pies, busque llagas o heridas abiertas. Las señales de infección en una llaga incluyen inflamación, enrojecimiento, drenaje, supuración y calor. Llame inmediatamente al médico si nota cualquiera de estos síntomas alrededor de una llaga, en el sitio de una astilla o herida, o alrededor de las uñas de los pies. Las señales de irritación más leves, como enrojecimiento y callos, también requieren atención inmediata. Al revisar, ponga especial atención a los dedos y la bola del pie, donde se desarrolla la mayoría de las úlceras.
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Limpie y trate rasguños y cortaditas de inmediato
Lávese las manos con agua y jabón. Luego lave la herida con agua y jabón, emjuáguela con más agua y séquela con una toalla limpia o papel absorbente. Ponga un poco de ungüento antibiótico en un hisopo y unte una capa ligera en la herida. (No aplique el ungüento con el dedo). Cubra la herida con una bandita adhesiva. Si la herida no mejora en un día, o si nota señales de infección como inflamación, enrojecimiento, calor o rezumo, llame en seguida al médico o a un especialista en el cuidado de los pies.
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Humecte sus pies
Cuando se quite los calcetines en la noche, revise si caen pequeñas escamas al piso. Esas escamas son células secas de la piel; si las ve, significa que su piel está muy seca y necesita humectarla con una crema espesa. Si no usa humectante, la piel puede empezar a agrietarse y hacerlo vulnerable a una infección. Ponga especial atención a los talones y la bola del pie, donde es más probable que haya resequedad. Luego, meta sus pies en unos calcetines limpios de algodón, que no sólo evitarán que las sábanas se llenen de crema, sino que sellarán la humedad en su piel. Aplicar humectante una o dos veces al día debe ser suficiente para evitar que se agriete la piel.
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Pídale al podiatra que le corte las uñas la próxima vez que lo visite
A los expertos en salud no les agrada la idea de que sus pacientes diabéticos se corten las uñas de los pies solos, pues los cortaúñas afilados que no se usan apropiadamente pueden causar heridas. Sea honesto con usted: ¿Alcanza fácilmente los dedos de sus pies? ¿Tiene un buen par de alicates? ¿Tiene el tiempo suficiente para cortar sus uñas con cuidado? Si no es así, pídale a su pareja que lo haga por usted, o mejor aún, deje que lo haga un podiatra.
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Suavice los bordes puntiagudos de las uñas
Cuando corte las uñas de los pies, fíjese que queden alineadas con la punta del dedo, en una forma ligeramente curva que siga la forma del dedo. Seguramente ha oído que las uñas de los pies deben cortarse de forma recta, pero esto puede dejar puntiagudos los bordes de las uñas y cortar la piel o hacer que se entierren. Use una lima de uñas para suavizar cualquier parte angulosa.
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Deshágase del cobertor eléctrico
No se acueste con ningún dispositivo que pueda provocar temperaturas extremas, como cobertores eléctricos, almohadillas térmicas, bolsas de agua caliente o bolsas de hielo. La disminución de sensibilidad en los pies puede evitar que sienta si esos dispositivos están calentando o enfriando de más sus pies u otras partes del cuerpo.
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Póngase pantuflas
Si ya se puso la pijama, pero aún no está completamente listo para meterse en la cama, use un par de pantuflas antiderrapantes para proteger sus pies. No es recomendable que las personas con diabetes caminen descalzas. Aunque usted sea meticuloso con la limpieza de la casa y no se arriesgue a pisar algo afilado, hay muchas otras formas de lastimarse un dedo del pie.
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