Generalmente, no son síntomas de una enfermedad grave pero hay técnicas para aliviarlos.
Para entender lo que son las jaquecas hay que tomar en cuenta dos fenómenos. Uno, el cerebro es insensible al dolor; el tejido cerebral rara vez duele, aunque el cirujano lo esté cortando con un bisturí. Dos, hay dolores que se llaman referidos: parecen provenir de una parte del cuerpo cuando en realidad se originan en otra.
Las jaquecas son dolores referidos; lo que duele es la cabeza, pero los tejidos que están causando el dolor pueden estar en otra parte, dentro del cráneo o fuera de él. Una jaqueca puede ser producida por cansancio de la vista o por fatiga general, por una tensión emocional o por un tumor cerebral, por haber consumido demasiada cafeína o por haber dejado de tomarla estando habituado a hacerlo en grandes cantidades y por muchas otras causas. Es consolador saber que en la mayoría de los casos las jaquecas no son síntoma de ninguna enfermedad grave.
¿Cuáles son los síntomas de un tumor cerebral?
Cuando se sufre un dolor de cabeza palpitante, lo primero que suele pensarse es en un tumor cerebral; sin embargo, eso suele ser lo menos probable. Es mucho más frecuente que los primeros síntomas de un tumor en el cerebro sean accesos de mareos, debilidad de un brazo o una pierna, marcha vacilante, habla confusa y pérdida de la vista o del oído.
Las jaquecas persistentes pueden ser sospechosas si antes sólo se presentaban en raras ocasiones y, sobre todo, si empeoran cuando el paciente se acuesta o si se presentan al levantarse por la mañana y luego desaparecen. Es muy probable que se produzcan dolores de cabeza frecuentes a medida que el tumor crece. El deterioro mental se manifiesta sólo en etapas avanzadas.
Tratándose de tumores cerebrales, la diferencia entre uno maligno y otro benigno no tiene tanta importancia como en otros casos, porque no hay espacio en el cráneo para que un tumor crezca sin causar daño; aunque un tumor sea benigno puede comprimir el tejido cerebral y lesionarlo seriamente.
La extirpación quirúrgica se complica porque para alcanzar el tumor puede haber necesidad de destruir tejido cerebral. El resultado depende muchas veces de la ubicación del tumor; en ocasiones la extirpación parcial, la radiación o ambos tratamientos pueden conceder al paciente años de una vida normal.
