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Seguridad al volante

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Cuatro especialistas dan sus consejos para prevenir accidentes en la ruta.

Llegan las vacaciones y, con ellas, la posibilidad de recorrer el país y sus rutas. Y para llegar a destino sin contratiempos ni accidentes, es imprescindible encarar la conducción con ciertas pautas. A continuación, cuatro especialistas brindan consejos para viajar seguros y manejar de manera responsable.

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Además de usar siempre el cinturón de seguridad, evitar hablar por teléfono celular mientras se maneja (incluso el manos libres), la ingesta de alcohol y respetar siempre las normas deL tránsito y las normas de velocidad, Hernán de Jorge, jefe de Seguridad Vial del Centro de Experimentación y Seguridad Vial Argentina (CESVI), recomienda: 

Luces bajas encendidas durante el día

Hacen que los vehículos sean visibles a mayores distancias y permiten evidenciar cuál es el sentido en el que circula un rodado que transita por una ruta de doble mano.

No llevar elementos sueltos

Si por un impacto o frenada brusca el vehículo se detiene violentamente, los objetos sueltos salen proyectados a la misma velocidad que traía el vehículo. Así, un teléfono celular puede convertirse en un peligroso proyectil.

Los niños atrás

Las plazas más seguras de un vehículo son las traseras, debido a que en la mayoría de los impactos dicha zona es la única que conserva la habitabilidad de los ocupantes. Deberán utilizar el cinturón de seguridad y el asiento infantil apropiado para su estatura y peso: los niños menores de un año o que pesen menos de diez kilos deben usar un asiento especial portabebés, colocado en sentido contrario al de la marcha. Si el niño pesa entre 10 y 25 kilos (1 a 4 años), la butaca debe ir mirando hacia adelante. Luego de los cinco años se utilizarán amoldadores de altura hasta que el niño desarrolle una contextura física que le permita quedar correctamente sujeto con el cinturón de seguridad sin la utilización de estos aditamentos.

El manejo nocturno

La iluminación propuesta por los faros genera una limitación a la visibilidad de un conductor, modificando sustancialmente la percepción que tiene de su entorno y de las velocidades de los rodados que comparten la ruta. Es oportuno mencionar que al ojo humano le lleva ocho segundos recuperarse plenamente de un encandilamiento, y que durante los primeros tres segundos la ceguera es total. En este caso, se aconseja desviar la vista hacia la banquina, o buscar una línea lateral u otro punto de referencia para mantener al automóvil derecho a medida que disminuye la velocidad, hasta que el peligro haya pasado.

Conducir adaptándose a las condiciones externas

El 72 por ciento de los siniestros ocurridos con lluvia suceden durante los primeros 30 minutos desde que comienza a llover. Esto —en parte— se debe a que muchos conductores no adaptan su forma de manejo a las variaciones de adherencia y a las condiciones que impone el tránsito en cada momento. Cuando el pavimento se encuentra mojado la distancia de frenado es más larga; según el estado del pavimento puede llegar a ser el doble que sobre la calzada seca. La niebla es otro factor de alto riesgo, en tal situación no se detenga nunca sobre la calzada ni en la banquina. Si es posible hágalo en una estación de servicio u otro lugar más seguro, caso contrario circule despacio y encienda las luces bajas de su auto, incluidas las balizas.

Correcta postura de conducción

Es fundamental para mantener la concentración a lo largo del camino. Debe ser cómoda y segura. Hay que acomodar la distancia de las piernas a los pedales, el respaldo y los espejos retrovisores. Durante la marcha, evite llevar la mano en la palanca de cambios —ya que resta rapidez en cualquier maniobra— y evite también llevar el pie permanentemente apoyado en el embrague.

Conducción con viento

En algunas rutas, y más acentuado en el sur del país, podemos encontrar vientos que mueven literalmente al rodado de la ruta. Los más peligrosos, sin dudas, son los vientos cruzados que aparecen repentinamente en nuestro recorrido. Una de las situaciones en donde debemos tener mayor cuidado es en los adelantamientos a vehículos pesados, dado que los mismos nos cortan el viento y cuando salimos de su zona de influencia, si no estamos atentos a esta circunstancia, podemos llegar a sufrir un fuerte movimiento que desemboque en un posible accidente.

Es importante también conocer qué llevar dentro del habitáculo del auto y qué datos conocer antes de salir a la ruta. Algunas por obligación y otras por recomendación, harán que el viaje sea más confortable y seguro. El ingeniero Roberto Moya, a cargo de la división Seguridad Vial de la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires y presidente del Comité de Seguridad en el Tránsito (Cosentran) de la misma provincia aconseja:

Estado de la ruta

Es muy importante conocerlo si su uso no es habitual. También los caminos alternativos y posibilidades de hospedaje. Hoy también es necesario saber de la existencia de protestas vecinales que impidan el tránsito por la rura.

Estado del tiempo

Muy conveniente para evitar situaciones adversas, en especial si no se ha manejado fuera del radio urbano con malas condiciones atmosféricas.

Números de emergencias: nadie está exento de sufrir problemas o tener que asistir a otros viajeros.?Verifique el número del sitio adonde estará viajando.

Peajes

Es bueno saber cuántos hay y dónde están; pueden asegurar lugares para descanso y obtención de información adicional.

GPS

Es maravilloso pero debe administrarse con cuidado; no son recomendables los que exigen observación de la pantalla. Lo ideal es programarlo para que vaya anticipando el itinerario con la voz del aparato. Para consultas particulares o reprogramado, detener el vehículo en un lugar seguro y realizar la tarea con tranquilidad.

La documentación obligatoria de las personas incluye registro de conductor para la categoría del vehículo; documentos personales de todos los ocupantes del automóvil (extranjeros con pasaporte); en caso de viajar con hijos menores, deberá llevar la libreta de familia (libreta de casamiento), y en caso de no viajar ambos padres, un permiso del que no viaja firmado ante escribano público. Si el menor no es su hijo debe contar con el documento nacional de identidad y el Permiso del Menor, que es un poder del padre y la madre, firmado ante escribano público.

En cuanto al vehículo, es obligatorio contar con: cédula verde (cédula de identificación del automotor); patente del automotor; seguro vigente (responsabilidad civil como mínimo); y VTV vigente (Verificación Técnica Vehicular). En caso de que posea GNC, deberá contar con la tarjeta de identificación y la oblea obligatoria del vehículo.

Accesorios de seguridad requeridos:

Cinturones de seguridad (se puede transportar tanta gente como correajes posea el automotor); apoyacabezas (tantos como plazas); matafuegos (cantidad y peso según el vehículo) ¡y saber cómo se operan! y balizas.

No son obligatorios pero sí recomendables: botiquín, mapas y elementos de limpieza personal y para el auto (cualquier revisión en ruta, o simplemente abrir capot o baúl nos ensuciará las manos).

Pero además de cómo manejar, qué llevar y qué saber antes de partir, Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial de CESVI Argentina, detalla qué tener en cuenta en cuanto a la mecánica de su vehículo:

Verificar el motor:

Compruebe y sustituya, si es necesario, el nivel de los fluidos. Es aconsejable colocar líquido refrigerante al agua del radiador, completar el nivel del limpia-lavaparabrisas. Verificar el nivel y la cantidad de kilómetros del aceite del motor, supliéndolo en caso de ser necesario. El líquido hidráulico, al igual que el líquido de frenos, deben estar en el nivel máximo y se recomienda siempre llevar en el baúl una carga adicional por una eventual pérdida.

En cuanto a los filtros, cuando se cambia el aceite se lo sustituye. El filtro de aire se recomienda reemplazarlo cada 10.000 km. El de nafta, que es el de más durabilidad, sin embargo, debe ser controlado para evitar una anomalía en la conducción.

Los neumáticos son fundamentales en la movilidad del vehículo y en la seguridad de sus ocupantes, ya que son el punto de contacto con el suelo. Por esta razón hay que comprobar si el dibujo presenta la profundidad suficiente (1,6 mm) para que, de esta manera, se agarre a diferentes superficies. Además se debe verificar el estado de la goma (fíjese que no esté cortada ni cuarteada) y colóquele la presión que sugiere el fabricante de su automóvil. No se olvide de verificar también la rueda de auxilio.

Deberá chequear los elementos mecánicos como el estado de la suspensión, sus anclajes, los amortiguadores, el sistema de frenos y el estado de las pastillas. En cuanto a la iluminación, se debe revisar el correcto funcionamiento de las luces altas, bajas, direccionales, de posición y la baliza. Es recomendable limpiarlas en forma permanente durante el viaje en zonas de arena, tierra y nieve.
Es conveniente revisar el nivel del líquido de las baterías y recubrir los bornes con grasa para evitar que se sulfaten.

Por último, no sólo el vehículo debe estar en condiciones óptimas sino también, por supuesto, el conductor. Por este motivo, el doctor Xavier Bocca, asesor de la Asociación Civil Luchemos por la Vida y miembro de la Sociedad de Medicina Respiratoria Argentina, recomienda:

Tratamientos médicos:

no conducir bajo tratamientos médicos que afecten su aptitudes físicas, psicofísicas o psicológicas. Molestias como catarros, fiebre, dolores, depresiones, angustias y ansiedad no impiden conducir pero pueden crear situaciones desfavorables en el conductor, ya que lo privan de algunas de sus facultades (atención, concentración y  serenidad) y disminuyen su capacidad de reacción.

Fármacos:

deben tenerse en cuenta los efectos secundarios de cualquier medicamento utilizado en el tratamiento de una enfermedad  o en el proceso de mitigar síntomas (antiespasmódicos, antiinflamatorios, relajantes musculares, sedantes, antidepresivos), ya que pueden causar  trastornos en la conducción. Hay que tener especial cuidado con los antialérgicos ya que suelen  producir somnolencia; los ansiolíticos o sedantes causan sedación, somnolencia marcada y falta de reflejos, y los relajantes musculares pueden generar somnolencia.

El exceso de calor, una posición inadecuada al conducir, las comidas pesadas y abundantes, los medicamentos y las drogas o alcohol influyen negativamente en la conducción, aumentando el riesgo de accidentes.

Previo a la salida:

Antes de conducir trayectos largos es necesario dormir entre 6 y 8 horas; y descansar cada 3 o 4 horas de conducción (o incluso menos) si se cree necesario.

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