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Los 10 besos más curiosos de la historia

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La pandemia del Coronavirus nos ha hecho mantener la distancia, pero los besos y el contacto físico siguen siendo necesarios.

  • Los bebés son demasiado pequeños para entender lo que decimos, pero sí entienden el lenguaje del tacto. El tierno beso de una madre en los piececitos de su bebé es una silenciosa declaración de amor que da al niño una sensación de seguridad. Las caricias y los besos son algunos de los factores más importantes para el desarrollo de la primera infancia. Los investigadores afirman que los niños que son abrazados y besados habitualmente suelen desarrollarse mejor.
  • Uno de los besos más famosos de la historia de la humanidad no tiene nada que ver con el amor. Aún hoy se considera un símbolo de traición: el beso de Judas. Según la Biblia, Judas Iscariote aceptó identificar a Jesús con un beso en el Huerto de Getsemaní, un acto de traición que lo delató ante los invasores romanos.

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  • El beso del gurami no es precisamente romántico. Así es como este pez ornamental del sudeste asiático libra batallas territoriales. Los rivales se enfrentan, presionan sus hocicos y luego intentan apartar a su oponente. Pero en este maratón de besos, ninguno de los contendientes resulta herido de gravedad.
  • Una pareja alcanzó fama internacional gracias a un beso en Times Square de Nueva York, ¡aunque ni siquiera se conocían! En 1945, el joven marino se acercó a una enfermera y la besó apasionadamente tras conocerse la noticia de la rendición de los japoneses en la Segunda Guerra Mundial, justo delante del objetivo de Alfred Eisenstaedt. La instantánea se convirtió probablemente en su foto más famosa.
  • Un inocente beso hizo llorar a millones de espectadores en los años 80. En la película E.T., tres hermanos se hacen amigos de un extraterrestre y le ayudan a volver a casa. Cuando se despiden, la pequeña Gertie lanza un mensaje muy actual con su beso: la amistad no tiene fronteras.

  • Al besar la mano de una dama, un caballero demuestra su profundo aprecio. Pero los labios no deben tocar realmente el dorso de la mano. El beso y la reverencia que lo acompaña son meramente sugeridos. Leonardo DiCaprio no siempre respetaba la etiqueta y esto era un problema para Claire Danes, sobre todo cuando la cámara no grababa en Romeo y Julieta. Se rumorea que se enfadó muchísimo por las numerosas bromas que le hizo su compañero de rodaje.
  • Besar libera hormonas de la felicidad y refuerza el sistema inmunitario. Pero eso no explica por qué a los deportistas de élite les gusta besar sus trofeos. El tenista Andy Murray probablemente estaba encantado de ganar Wimbledon. En 2013, se convirtió en el primer británico en ganar el torneo de tenis en más de 70 años.
  • Un prado de flores y dos amantes entrelazados: El beso de Gustav Klimt fue inmediatamente adquirido por el Gobierno austriaco cuando se expuso por primera vez al público. Adornada con pan de oro, esta obra maestra está considerada como uno de los cuadros más famosos de la República Alpina.
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