Una guía rápida para aprender a quitar viejas capas de pintura, calcular las cantidades de producto, elegir el cepillo ideal y limpiarlo correctamente.
Cómo quitar viejas capas de pintura:
Por lo general, para remover una pintura vieja primero la debe ablandar, aplicándole calor o algún producto químico. Luego, solo es cuestión de quitar la pintura con constancia.
Necesitará:
- Distintos tipos de raspadores, si desea quitar la pintura de molduras como, por ejemplo, en ventanas de guillotina: raspadores de hoja plana, grandes y pequeños; una rasqueta; un raspador de mango largo con hoja intercambiable.
- Las pistolas de aire caliente son buenas para las puertas de madera. Aplique calor hasta que la pintura se englobe. Use guantes y esté atento a que la pintura caliente no caiga sobre su mano, mientras raspa. Nunca coloque papel de periódico en el piso, cuando use una pistola de calor.
- Si utiliza decapador de pintura, comience a quitar la pintura cuando esté arrugada y rajada. Si lo hace antes de tiempo, la pintura no saldrá; si deja pasar mucho tiempo, la pintura se secará y se endurecerá. Los decapadores son ideales para objetos con recovecos. Pero tenga en cuenta que la mejor opción es arenarlos: un gasto justificado que lo ayudará a ahorrar horas y horas de trabajo.
- Al raspar la madera, trabaje en el sentido de la veta. Si piensa volver a pintar, no necesita quitar la pintura vieja por completo.
Cómo elegir el pincel o rodillo ideal:
- Compre los mejores pinceles que pueda pagar. Los más baratos no cubren bien las superficies y las cerdas tienden a desprenderse y a pegarse en la superficie que está pintando.
- Es posible que vaya a necesitar pinceles de anchos diferentes. Debería adquirir al menos cuatro.
- Los pinceles de cerda natural no son los adecuados para pintar cercas y los sintéticos son mejores para aplicar pinturas de látex.
– 100 mm: para paredes grandes o cercas
– 50 mm: para áreas pequeñas como paneles de puertas, algunas esquinas y bordes
– 25 mm y 12 mm: para ventanas y otras áreas difíciles
– Pincel de precisión: con punta angular para pintar ventanas sin manchar los vidrios
– Rodillos: facilitan la tarea de pintar las paredes con látex. Los rodillos tupidos de sintético son ideales para la mayoría de las tareas. Invierta en un palo extensible para pintar cielorrasos o paredes y un rodillo pequeño para pintar detrás de los radiadores, sin tener que quitarlos. También puede conseguir un ‘rodillo eléctrico’ que le permite trabajar sin tener que recargarlo.
¡No compre de más! Así se calcula cuánta pintura necesita:
En la mayoría de las latas de pintura se indica un rendimiento estimativo. Tenga presente que va a necesitar el doble de esta cantidad para una segunda mano, y que el yeso absorbe pintura como una esponja.
- Calcule la superficie de la pared (m²)= altura (m) x ancho (m)
- Sume la superficie del techo (m²)= largo (m) x ancho (m)
- Reste la superficie de las puertas (m²)
- Reste la superficie de las ventanas (m²)= superficie total (m²)
Siempre debe añadir un poco al total. Así evitará quedarse sin pintura a mitad del trabajo.
Aprenda a limpiar pinceles correctamente:
- Quite la mayor cantidad posible de pintura del pincel antes de limpiarlo.
- Colóquelo sobre papel de periódico y utilice un cuchillo viejo para limpiar las cerdas desde la base hasta la punta. Si utilizó pintura al agua, enjuague bajo el grifo.
- Utilice detergente líquido para trastes para fregar las cerdas.
- Las pinturas a base de solventes se quitan con gasolina blanca o con cualquier producto para limpiar pinceles.
- Llene medio frasco de mermelada con el producto y deje los pinceles pequeños unos minutos en remojo. Luego, lávelos con agua y detergente líquido para trastes y enjuáguelos. Finalmente, sacúdalos y deje que se sequen al aire libre.