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Rutina para disfrutar más de la ducha

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Estas ideas son perfectas para tomar una ducha con propósito. Alivie y calme sus malestares diarios aprovechando los beneficios de usar correctamente los chorros de agua.

El agua es un medio ideal para abrir todas las “rutas de los vasos”. Los chorros de agua fría o caliente son estímulos que excitan o relajan, pero que siempre favorecen la circulación. Entre los 27 y los 34° C, los vasos principales se contraen y la sangre es impulsada al núcleo del organismo, y los órganos internos del corazón son irrigados con mayor fuerza.

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A partir de los 35° C los vasos se dilatan más, y los brazos y las piernas se irrigan con gran beneficio. Los chorros fortalecen adicionalmente la condición.

Tratamientos para aprovechar tu baño diario

Secuencia del masaje:

Inicie con el pie derecho, pierna derecha, pie izquierdo, pierna izquierda, brazos derecho e izquierdo, estómago, espalda, cuello y, al final, la cara. Después de ducharse y enjabonarse aplique duchas alternas. Para ello, abra la llave del agua fría y después la de la caliente. Finalice con una refrescante ducha fría.

  • Por la noche
    Para revivir dése un baño completo durante 15 minutos con 5 gotas de aceite de romero. Para favorecer el relajamiento, agregue al agua un infusión de toronjil.

Rutina para disfrutar más de la ducha

Uso correcto de los chorros de agua

Para que surtan el efecto deseado, tome en cuenta:

  • Manguera
    La mejor es de 2 m de longitud y 2 cm de diámetro. Para el chorro, quite primero la regadera del duchador.
  • Presión del agua
    El chorro deberá regar cerca de una mano de ancho si la coloca verticalmente.
  • Temperatura según la aplicación
    Fría, 12-18° C; un poco tibia, 30-33° C; tibia 36-39° C; caliente 40-42° C; alternada 38° C y 10-16° C.
  • Duración
    Estimule de 8 a 30 segundos a la vez; después haga una pausa. Duración máxima: 3 minutos.
  • Procedimiento
    Por principio, dirija el chorro de agua desde la periferia; esto es, alejándose del corazón hacia el tronco, dirigido de afuera hacia dentro. Rocíe la zona a tratar, de tal manera que fluya una capa lisa y uniforme en esa parte del cuerpo
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