Si no querés molestar intencionalmente a tus amigos y colegas de trabajo, evitá estas molestas prácticas cuando envíes e-mails.
1. Dejar en blanco la línea de asunto:
o también escribir “Hola”, “Nota” o “Privado”, lo que arruina el propósito de esa línea. Tenés que dar siempre una pista clara.
2. Usar colores:
y creer que la fuente Times New Roman es anticuada y que varios tamaños de letra son mejores que uno. Dejá tu creatividad para otro medio.
3. Que tu firma mida un kilómetro:
está bien presentarse, así que incluí tu nombre, empresa para la que trabajás, puesto, teléfono, dirección electrónica y sitio web, si tenés uno. Omití vínculos a redes sociales, nombres de usuario en chats y frases.
4. Responder a “todos” todo el tiempo:
¿te gustaría recibir notificación de 15 mensajes distintos, 14 de los cuales no son para vos? A menos que todos necesiten realmente ver lo que decís, respondé solo al remitente.
5. Dar falsas alarmas:
eso hacés cuando marcás un mensaje como urgente y no lo es.
6. Usar letras mayúsculas:
está bien, pero eso significa que estás hablando a gritos desde la pantalla. Decir FELICIDADES es una cosa, pero todo lo demás podés resaltarlo con letra negrita o cursiva. Y cuidado con la puntuación: un signo de exclamación transmite emoción; poner 17 es un exceso fastidioso.