Se acercan las Fiestas y con ellas los buenos deseos y augurios para el año que comienza. Compartí tus mejores deseos con la Comunidad; el editor …
Navidades son las de hoy
Yo era injusto con la Navidad. En realidad tendía a recordar más las de la infancia que las últimas. A pesar de todos los afectos nuevos que había sumado en los últimos veinte años; por ejemplo, mis hijos. No hay nada de malo en recordar las fiestas de mis primeros diez, pero no le hacía honor a mi familia tal como hoy la vivo todos los días. Por eso hace unos años me propuse empezar a recordar con mi mujer las Navidades de nuestros hijos, porque son las que más feliz nos hacen. Está bien la melancolía de los veranos agotados de calor y sin aire acondicionado, las barras de hielo y la poca posibilidad de encontrar un pollo por más que se lo buscase por cielo y tierra. Pero los tiempos han cambiado.
Ya no dependemos tanto de los avatares de la suerte, ni de los encargos hechos a mediados de octubre, ni de la mayor o menor fortuna para conseguir un pan dulce.
Eso, además, es la cáscara.
El fruto está en el medio, y no se combina solamente con el sabor de los platos de Nochebuena. Está bueno celebrar junto a la mesa y compartir el pan en familia, aunque el mejor pan es el que llevamos dentro. Por mucho tiempo brindé a las doce con personas que con el tiempo demostraron no tener corazón. Y que solamente respetaban la cáscara. Esa no es la Navidad del hueso, sino la de la piel. Y por cuestiones de piel se han formado miles de odios. Ya no más.
Ahora puedo sentirme libre y generar nuevos recuerdos, los de mi verdadera familia. Me costó, pero al fin la hice. Me empeciné en construir un castillo cuyos muros crecieron de a poco, de a un ladrillo por vez, y es bueno estar pintando las paredes. Del color que quiero.
Espero que cada uno pueda formar este año nuevos recuerdos para compartirlos con los afectos que verdaderamente estén cerca. Y no quedarse entrampado en el pasado porque, de ser así, sin presente no hay chances para el futuro, aunque parezca un juego de palabras.
Que les pase solo lo bueno.
Abrazos.
R. D. Weigandt
