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Un auto mal carburado contamina más el aire

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En un auto frío el combustible no se evapora o distribuye por completo en los cilindros.

Los gases del tubo de escape de un motor a nafta típico contienen por lo menos 100 sustancias químicas, parte de las cuales contribuyen a la fotoquímica de la contaminación, la sucia niebla que cubre como una manta muchas de las urbes más grandes del mundo.

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Los motores de los automóviles producen energía al quemar nafta mezclada con aire. En un auto frío o uno con marcha en vacío, el combustible no se evapora o distribuye por completo en los cilindros, y se arroja al aire más combustible sin quemar, con todas las sustancias contaminantes. El efecto se intensifica en un auto desafinado. Los automóviles modernos están provistos de un convertidor catalítico, dispositivo diseñado para eliminar muchas sustancias nocivas que, de otra manera, serían eliminadas junto con los gases de escape. El convertidor funciona con más eficacia cuando el automóvil está caliente y corre en la debida proporción combustible/aire. Cuando el motor marcha en reposo, la temperatura de los gases de escape desciende, y el catalizador elimina solo los hidrocarburos de fácil oxidación.

Los motores con marcha en vacío intensifican la contaminación de aire durante los embotellamientos, donde hay menos flujo de aire que disperse los gases de escape. El problema podrá aminorar en unos años, cuando los fabricantes de autos introduzcan motores que se apaguen solos cuando hayan mantenido una marcha en vacío demasiado tiempo.

Los conductores pueden ayudar a reducir la contaminación si afinan sus vehículos y los calientan tan deprisa como sea posible al encenderlos. Asegúrese de que el termostato del sistema de enfriamiento funcione correctamente; eso ayuda a un rápido calentamiento. En el tránsito congestionado de una ciudad, apague el motor si se ve forzado a detenerse por más de unos minutos.

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