Las melitas pertenecen al mismo grupo que el erizo de mar y viven en los mares septentrionales, en playas arenosas o en aguas profundas.
La mayoría de las conchas que encuentran los aficionados en la playa son de algún bivalvo, un caracol u otro molusco; pero las planas, redondeadas, con una serie de orificios en el centro a manera de una flor de cinco pétalos, proceden de un animal diferente. Se trata de las melitas que pertenecen al mismo grupo que el erizo de mar y que viven en los mares septentrionales de todo el mundo, tanto en playas arenosas como en aguas profundas.
Como los erizos de mar, las melitas vivas están cubiertas de espinas; en este caso una aterciopelada capa de cortas puntas purpúreas. La boca, situada en la parte inferior, está equipada con un complejo aparato mandibular. Por los orificios del caparazón dispuestos en forma de flor salen unos delgados apéndices, llamados ambulacros, que el animal utiliza para respirar, alimentarse y desplazarse. La melita avanza mediante el movimiento ondulante de los apéndices y las espinas.
