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Pantanos, ciénagas y tremedales

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Pantano

Las llanuras fluviales y los deltas cenagosos de los ríos suelen estar a veces cubiertos de terrenos encharcados. Conozca las diferencia entre pantanos, ciénagas y tremedales.

¿Dónde se desarrollan los terrenos pantanosos?

Las ciénagas y los pantanos son comunes en las tierras bajas y en zonas con desagüe insuficiente. Las llanuras fluviales y los deltas cenagosos de los ríos suelen estar a veces cubiertos de terrenos encharcados. Estos también pueden ser la fase final del relleno de una laguna o un lago. Al correr el tiempo, las cuencas de los lagos se van llenando de restos de plantas y de sedimentos arrastrados desde los terrenos circundantes. El lago se convierte en pantano al ir avanzando desde las márgenes hierbas y juncos que se extienden sobre lo que antes era solo agua. Con el tiempo, llegan a desarrollarse árboles, y el pantano se convierte en una ciénaga.

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Las ciénagas salinas, llamadas marjales, representan un caso especial. Se encuentran a lo largo de las costas, con frecuencia próximas a lagunas poco profundas, o albuferas, parcialmente cerradas por barras de arena o islas que forman una barrera. Dos veces al día sube y baja la marea e inunda la mayor parte del terreno. Así, constantemente provistos de nuevos aportes de materias nutritivas, los marjales figuran entre los hábitat más productivos del mundo.

¿Cómo se crea un tremedal?

En las regiones septentrionales, los lagos o lagunas que tienen un desagüe insuficiente evolucionan a veces hacia una forma especial de terreno pantanoso llamado tremedal. Una masa flotante de musgo esfagno y de juncos crece a lo largo de la orilla y gradualmente se va extendiendo hacia el centro de la laguna. La capa vegetal va engrosándose a medida que el musgo crece encima y las partes inferiores mueren. De vez en cuando, trozos de musgo muerto se desprenden de la capa flotante y se acumulan en el fondo.

Cuando la capa es suficientemente sólida, arraigan en su esponjosa superficie arbustos y más tarde árboles. Los tremedales se pueden reconocer a menudo por la disposición de la vegetación sobre su superficie: alrededor de un «ojo» de agua al descubierto aparece una capa flotante de esfagno y juncos, rodeada a su vez por una zona de arbustos y luego por un anillo de árboles que toleran el agua, como los alerces. Con el transcurso del tiempo, el tremedal puede quedar totalmente cubierto por el musgo que avanza y posteriormente toda la cuenca por vegetación propia de una ciénaga.

La materia que al final rellena el tremedal es la turba, restos parcialmente descompuestos del esfagno y otras plantas. La turba se acumula porque muy pocos seres vivos -ni siquiera los microorganismos que causan la descomposición- pueden prosperar en el agua extremadamente ácida y pobre en oxígeno del tremedal. La descomposición avanza tan lentamente que en algunos tremedales se han encontrado cuerpos humanos momificados que datan de centenares de años. Un asombroso descubrimiento de este género fue el de un cadáver notablemente bien conservado, enterrado en un tremedal danés hace más de 2.000 años.

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