Criaturas microscópicas —protozoarios, gusanos y crustáceos— pasan la vida en la película de agua de mar.
¿Qué animales habitan sobre el nivel de la marea?
La costa arenosa típica tiene cuatro zonas: las dunas, la playa alta, la zona de marea y la zona sumergida. Generalmente esta última es la más hospitalaria para la fauna, y la playa alta, la más desolada.
En el límite entre la playa alta y la zona de marea, el flujo y reflujo de las olas deposita sus reliquias: algas, maderas incrustadas de percebes, envolturas negras de los huevos de las rayas, tiras de cápsulas de huevos de los caracoles llamados buccinos. De estos restos que el mar entrega se alimentan las gaviotas comedoras de carroña, nubes de zumbantes moscas y multitudes de pulgas de mar. Por encima del nivel máximo de la marea, la comida -y por lo tanto la fauna- es escasa. El sol de verano abrasa y seca la superficie hasta una temperatura que quema los pies desnudos, pero pocos centímetros más abajo la arena está fresca y húmeda. Muchos animales escapan del calor y la sequedad de la playa alta cavando túneles; otras criaturas microscópicas -protozoarios unicelulares, gusanos nemátodos y diminutos crustáceos- pasan la vida en la película de agua de mar que llena los espacios entre los granos de arena.
Los cangrejos fantasma se cuentan entre los animales de mayor tamaño de la playa alta, aunque no son los más conspicuos: su color pálido, del color de la arena, los hace invisibles con solo agazaparse y quedarse quietos; hace falta poner mucha atención para advertir sus lentos movimientos. Aunque casi siempre están ocultos en profundas madrigueras, salen varias veces al día para ir corriendo de lado por la arena hasta el borde del agua y remojarse las agallas. Se alimentan sobre todo de noche.