Hipócrates enseñó a sus alumnos lo que sabía sobre las enfermedades, sus causas y su tratamiento.
¿Cómo estableció Hipócrates las bases de la medicina?
La escuela médica de la isla de Cos, en el mar Egeo, era famosa en toda Grecia porque en ella enseñaba Hipócrates, el médico más importante de su época. Hipócrates, que nació en Cos hacia el año 460 a. C. y era hijo de un médico, enseñó a sus alumnos todo lo que sabía acerca de las enfermedades, sus causas y su tratamiento. En lugar de centrarse solo en la zona afectada del cuerpo, Hipócrates tuvo en cuenta la salud global de la persona y fue el primero en formular un pronóstico clínico. También afirmó que una misma enfermedad podía requerir tratamientos diferentes dependiendo de la constitución, el temperamento y la edad del enfermo. Su método diagnóstico otorgaba tanta importancia al modo de vida de las personas como a los síntomas que presentaban: en una ocasión logró curar supuestamente al rey Perdicas de Macedonia -después de que el médico privado del rey hubiera buscado en vano la causa física de la enfermedad- aplicándole un tratamiento para los nervios.
El poder curativo de la naturaleza
Hipócrates insistió en la importancia de llevar una vida lo más ordenada posible, y brindó descripciones clásicas de los síntomas de las enfermedades más comunes. Dio consejos sobre las enfermedades mentales, para las cuales se prescribían sangrías y laxantes, así como psicoterapia; y también sobre cirugía, en la cual se empleaba a veces la cauterización para curar las heridas. Escribió asimismo diversos tratados sobre luxaciones y fracturas.
En muchos casos Hipócrates achacaba la enfermedad a una combinación de aire impuro y alimentación insana. Para prevenir todo tipo de afecciones, recomendaba a sus pacientes que comieran mucha fruta y verdura fresca. Y a veces descartaba por completo la cirugía o las drogas, y recomendaba a los pacientes que dejasen que el cuerpo se curase por sí solo. «¡La naturaleza -afirmó- no necesita médicos!»
Hipócrates se hizo famoso por este tipo de sentencias, 406 de las cuales fueron reunidas posteriormente en su libro de aforismos, que se conservó en la biblioteca de la escuela médica de Cos. El libro contiene muchos consejos que se han convertido en frases comunes, como por ejemplo «a grandes males, grandes remedios».
El punto débil de las enseñanzas de Hipócrates era su escaso conocimiento de la anatomía humana. Ello se debía a que la disección era tabú, pues los griegos veneraban a los muertos, y en su lugar se empleaban animales. Hipócrates murió en Tesalia, en el centro de Grecia, hacia el año 370 a. C., y su reputación no dejó de crecer.