Gatos y perros mordisquean pasto porque de vez en cuando sienten la necesidad de tomar un purgante.
Gatos y perros mordisquean pasto, hierbas u hojas con relativa frecuencia por la misma razón que los seres humanos de vez en cuando sentimos la necesidad de tomar un analgésico, un antiácido, un laxante o una pastilla de vitaminas. Sin embargo, cuando un animal mordisquea las plantas no siempre significa que esté indispuesto; algunas veces parece tener necesidad de algo más sutil que una purga. Es frecuente que un gato o un perro mastiquen plantas de una manera distinta a sus hábitos normales de alimentación: la huelen con delicadeza y separa varias hojas o briznas antes de elegir alguna, como si buscara un aroma o sabor en especial.
Muchos animales salvajes cambian su alimentación de vez en cuando, de una manera, precisa, respondiendo a cierta noción de alguna deficiencia. Por ejemplo, los elefantes y otros animales herbívoros suelen viajar grandes distancias para llegar a lamer la sal en la superficie de ciertas rocas y depósitos salinos.
¿Por qué los gatos tienen la lengua áspera?
El principal propósito, casi universal, de la lengua de un animal es revolver la comida en la boca. La lengua de los gatos, que es inusitadamente áspera debido a la presencia de numerosos y diminutos nódulos endurecidos, es adecuada para raspar hasta el último vestigio de carne de los huesos y para limpiarse su propio pelaje o el de las crías.
Los gatos necesitan un equipo de «limpieza individual» porque son animales solitarios y deben acicalarse a sí mismos. Los animales sociales, como los perros, acostumbran limpiarse unos a otros. La lengua de los perros se ha desarrollado como un eficaz sistema de enfriamiento. Cuando un perro jadea, su lengua, que cuelga babeante, suelta un copioso flujo de saliva que se evapora con rapidez, enfriando el torrente sanguíneo.