Aprendé a incorporar todo tipo de alimentos que te permitan comer variado y en el equilibrio justo. Vas a ver que con una buena alimentación podrás incrementar tus perspectivas para una larga vida saludable.
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Una dieta saludable debe incluir comidas con carbohidratos,
como pan de grano integral, cereales, papas y pastas. Son la gasolina con el cual nuestros cuerpos funcionan y son una fuente primaria de nutrientes y fibra dietética, que contribuyen a la buena salud de los intestinos y el colon, y ayudan a controlar el colesterol. Intente elegir variedades de salvado o integrales. Contienen más fibra, vitaminas y minerales.
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Las frutas y vegetales deben componer más de un cuarto de tu dieta.
Las plantas frescas contienen fotoquímicos, poderosos antídotos para las pícaras moléculas de oxígeno llamadas ‘radicales libres’ que dañan las células y causan enfermedades. Un poco menos de carne y un poco más de vegetales en tu plato harán una gran diferencia.
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Reducí el consumo de picadas grasosas y de bebidas azucaradas;
Son una fuente de ‘calorías vacías’ que engordan. Probá con frutos secos como colación en lugar de una barra de chocolate, y bebé jugo de frutas en lugar de gaseosa.
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La carne, el pescado, los huevos y las legumbres son buenas fuentes de proteínas,
necesarias para el crecimiento y la recuperación de nuestros cuerpos. Tratá de elegir cortes de carne magra y aves sin piel para reducir la grasa, y tené como objetivo al menos dos porciones de pescado a la semana.
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Los productos lácteos pueden ser una buena fuente de proteína